Un día «Dios» nos deja solos en el mundo sin la temblorosa voz de Jeff Buckley, sin su sentimiento, sin su dulzura; su música es delirio, son gemidos, es placer, es muerte, es pena, es droga, es sexo, lo es todo. Pero antes nos dejo «Grace», un disco atemporal, desde la portada, el disco muestra una cara de Jeff, como si presintiera su final, agarrando fuertemente un micrófono en símbolo de que su voz nunca moriría, fue su vida y no la soltó hasta el ultimo momento. La riqueza de ambientes, texturas, humores, ritmos y matices que Jeff consiguió plasmar en «Grace» dejó para la historia un álbum irrepetible.