Tremenda alegría nos hemos llevado tras comprobar que «Give one Take one» está provocando en algunos las mismas sensaciones que ya vivimos con «Two parts viper». Y es que éste, su tercer trabajo, nos ha vuelto a volar la cabeza.

¿Sabéis esa cara de tonto feliz que se te queda cuando descubres un gran disco? Pues esa es el gesto que se nos ha quedado al escuchar «Two Parts Viper», el segundo trabajo de los americanos ’68. Desde el casual tintineo a lo Tool de «Eventually We All Win» a la épica interrumpida de «What More Can I Say», el disco ha sido toda una experiencia religiosa.