[quote:a4bf1uqr]Parafraseando a la gran banda de freak metal que tanto se ha reído de los estereotipos heavys, Gigatron, “el barco de colegas” se ha hecho realidad. Más aún, la frase “70.000 toneladas al servicio del metal” podría recordarnos a su versión de Mazinger Metal.
Hablando en serio, el 23 de enero de 2012 partirá un barco con destino a las Islas Caimán o Miami con el propósito de incluir a los heavys en el turismo de lujo, en una propuesta tan comercial como sociológicamente interesante. El proyecto no ha podido salir de otro sitio que de Canadá, con hasta 40 bandas, entre ellas Amorphis, Stratovarius, Therion, Grave Digger, Coroner, Tristania, Pestilence, My Dying Bride, In Extremo, Moonsorrow, Eluveitie y otras que se irán confirmando.
En la edición de 2011 las sorpresas no fueron pocas: Blind Guardian, Amon Amarth, Gamma Ray, Iced Earth, Moonspell, Sonata Arctica, Sodom, Saxon, Nevermore, Obituary, Rage, Dark Tranquility, Voivod...
Hito tras hito, el heavy metal se consagra como un macrogénero artístico y estético, tal vez como uno de los mayores casos de éxito de Occidente. Este género ha crecido exponencialmente más cuantitativa que cualitativamente en los últimos años, y no hay más que recordar los disturbios de Moscú en el Monster of Rock donde participaron AC/DC, Metallica y Pantera; o la particularización de los festivales por géneros: metal progresivo, música extrema, y la afluencia de decenas de miles de personas (el Wacken Open Air de 2010 atrajo a más de 80.000). Otro destacado caso fue el Flight 666 de Iron Maiden (2008) por países empobrecidos o donde el heavy metal es reprimido: Costa Rica, India, Sudáfrica... Y en que el antropólogo San Dunn nos demostró que el heavy metal es un fenómeno global más que una moda o una estética particular.
“Rebelarse vende”: un eslogan aún no agotado. Los movimientos contraculturales han fracasado en sus deseos de transformar la realidad, siendo paulatinamente aceptados por el sistema de consumo capitalista. Sin embargo, el heavy metal y otras estéticas permanecen siempre “con un pie fuera”, por un motivo sencillo: porque se la trae floja las circunstancias comerciales, porque lo “post” tiene muchas veces más sentido de lo que se piensa.
Los flujos de la cibercultura ofrecen mezcolanzas extraterritoriales. Que una banda rusa tome prestada la mitología maya (Tenochtitlan), que una banda como Lordi gane Eurovisión, que los géneros se conviertan en cientos de subgéneros, etiquetas, parchesÂ… Fenómenos que nos demuestran que el heavy metal es un hecho social. Es una de las vanguardias culturales de la aldea global, pero sobre todo, es un género que asume el cosmopolitismo y el salvajismo, dos comportamientos antitéticos del ser humano, como uno mismo.
Por todo ello, ver peludos en calzonas en las playas puede ser tan caro como atractivo, pero sin duda toda una disonancia cognitiva; una forma de romper un estereotipo definitivamente. Y además, marcarte un karaoke con tus artistas preferidos. Cercanía que fuera de este género, es difícil encontrar, sobre todo si hablamos de personalidades conocidas mundialmente.[/quote:a4bf1uqr]
Fuente: http://metalprogresivo.blogia.com/2011/ ... -metal.php
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