Pero antes de disfrutar del ataque noisepunk de las ZZZ’s tuve que tragarme a Don the Tiger en su versión más cabrona. Media hora de grito pelao y agresión electropunk que me pareció un tostón infumable. Ni vanguardia ni ostias, hacía tiempo que no veía un show tan descaradamente anárquico (en su peor acepción). Si es lo que pretendían lo consiguieron, no me acercaré nunca más a ver a Don the Tiger si las circunstancias me lo permiten. Otra cosa fue lo de las ZZZ’s. Créanse el hype amigos. Tres chicas la mar de monas, vestidas de riguroso negro y armadas con guitarra, bajo y batería, que con su propuesta a medio camino entre Sonic Youth, Suicide y los Fugazi más salidos de madre, vencieron y convencieron con su desparpajo y su aparente amateurismo. Afiladas, agresivas, atávicas (y más cosas empezadas con …œa…), con una imponente base rítmica y unas guitarras infernales. No wave asesina, post punk experimental, rollito industrial…¦ Todo eso es lo que nos ofrecieron las ZZZ’s, y además servido en bandeja de plata. Si me han de pegar una paliza sonora en martes, que sea como la que me dieron ayer estas chicas llegadas de la tierra de Doraemon.
Texto: Andrés Derrick