Otra noche mágica en Mephisto, una de aquellas noches en que esa sala-microondas nos transporta en el tiempo y en el espacio, y nos lleva a uno glammies Los Angeles de los años 80 para presenciar un concierto de punk rock en toda la regla… Fuera, cuando llegamos, Texas Terri se dejaba hacer fotos a través de una ventana del piso superior mientras nos dedicaba un par de middle fingers a los fans. Dentro, poca gente, lectores de la Popular 1 y periodistas, 180 entradas vendidas por anticipado aunque la sala acabaría bastante llena. Había leido mucho sobre el espectáculo que montaba esta mujer, a medio camino entre Iggy Pop y L7 y una actitud no tan perversa como G.G. Allin pero que tampoco se queda corta. Solo había escuchado tres canciones a través de internet, así que decidí comprarme su disco «Eat shit!» allá mismo ya que estaba a un buen precio, y además tuve el placer de que ella en persona me lo firmara junto con la entrada (cosa sin mucho mérito, porque la gente al verme corrió a hacer lo mismo y acabó firmando a todo el mundo y dejándose hacer fotos).
Now I wanna be HER dog!
Primero actuó la banda de San Francisco Fabulous Disaster, cuatro riot grrrls muy aceptables con un sonido cercano al de las Lunachicks de las que destacaría la que tocaba la bateria, el bajo y bufff… el morbazo de la cantante! Su actitud podría resumir con una de sus canciones: «Rich Bitches and Volvos piss me off»Â   Â
Otra noche que te transporta a Los Angeles, años 80…Â Â Â Â
Acto seguido la que acababa de ser recientemente llamada la banda más psicótica de Los Angeles, Texas Terri & The Stiff Ones, que presentaron su espectáculo delante de un público bastante frío a excepción de las primeras filas (supongo que debido al desconocimiento del disco). Por suerte tienen otras armas para volver loca a la gente a medida que transcurre el concierto… a la segunda canción Texas Terri ya se había quitado el top enseñando la cinta aislante en forma de TXT que tapaba sus pezones, pero como esto no son los Estados Unidos y aquí no hay censura… a medio concierto acabó regalando la T’s al público… como que habían varias personas con camisetas del «Smell the magic» de L7 ella preguntó «Do you like Smell the magic?» y a la respuesta afirmativa ella dijo: «Yeah? Smell the magic!» desabrochándose sus pantalones de cuero y haciendo oler a la gente el dedo que previamente se había pasado por.. errr (¿hay niños apuntados en el distrito?)
No hay que quedarse solo con el espectáculo, la música tambien es buena.   Â
En fin, sería muy facil basar la experiencia en lo que acabo de explicar,en que tocó los bises tan solo cubierta por sus tatuajes,que acabó caminando por la barra de Mephisto como ya es típico y que acabó meando en el escenario como favor especial a los fans españoles, cosa que no se volvería a repetir en toda la gira ni en la siguiente. Sería injusto, porque todo este espectáculo salvaje sin música decente que lo acompañara no valdría nada, y es que la música de Texas Terri realmente está muy bien y es un grupo a descubrir… rock, espectáculo y provocación siempre han ido cogidos de la mano y esta vez más que nunca, punk rock de calidad servido por músicos de calidad, actitud y glamour. A partir de ahora la gente conocerá mejor al grupo y sus canciones, y si vuelven (como ya pasó) seguramente desde la primera nota se volverán locos, como pasó con los Backyard Babies. Quizás esa revolución desde el principio fue lo que más eché en falta, y más que yo el que saltó desde el escenario que aun debe tener la marca de su cara en el suelo porque la gente se apartó… ouch!