La Riviera (Madrid), 14 y 15 de febrero de 2007
Razzmatazz (Barcelona), 18 y 19 de febrero de 2007
Muchos salieron algo decepcionados de la última visita de los Nails a España (junio de 2005, gira de «With Teeth», concierto único en Razzmatazz, Barcelona), especialmente los que ya les vieron en el Fragility 2.0 Tour… Set corto, sonido algo fallón, temas de sobra, canciones que faltaban, y para colmo, el enfado de Reznor que acortó más aún el concierto… Pero esta vez, frescos como una rosa y con una gran promoción de por medio, vinieron a matar.
Con una Riviera prácticamente llena de fans (entradas agotadas pare el primer día, y casi agotadas el segundo) y de humo (un servidor tiene la teoría de que tiene algo que ver con el «nuevo» fenómeno de los móviles con cámara), la presentación inicial fue bastante austera comparada con otras giras pero convincente. Aparecieron los teloneros, unos prácticamente desconocidos The Popo que, aunque en principio sus canciones (escuchables en su Myspace) adelantaban un concierto extraño como apertura para uno de los más importantes grupos de rock industrial de los últimos 15 años, al final resultaron no ser tan chocantes. Estos chicos de Philadelphia nos ofrecieron un «rock» bailable algo más «cañero» de lo que pudimos oir de ellos, con una actuación de apenas media hora (con desmoronamiento final de batería incluido) en la que el guitarreo y los teclados eran los sonidos predominantes.
Tras un breve descanso, con una puntualidad digna de mención, aparecieron Nine Inch Nails en escena con una disposición escénica ya clásica en ellos (Jeordie White, Trent Reznor y Aaron North en primera fila, y Alessandro Cortini y Josh Freese detrás sobre pedestales). Envolviéndolos, una escenografía no demasiado cargada (focos de sobra para crear efectos de luz, lamparas colgantes y unas finas columnas luminosas que recordaban a las megapantallas del Fragility 2.0, aunque lejos del espectáculo de imágenes de entonces), avanzaba algo que luego demostrarían: un show directo, sin necesidad de aderezos, pero impactante y sobrecogedor… Y el humo que inundaba la sala ayudaba a crear una atmósfera increible. El hecho de que Reznor apenas hablase entre temas (apenas un «hoy que es San Valentín, una canción especial para la ocasión» antes de «Reptile» el miércoles, y el corto discurso de «me gusta el público europeo porque es mucho más apasionado que el americano… ah, y perdón por todo lo que ha hecho mi país» el jueves) hizo que todo el mundo se viese mucho más inmersa en la experiencia.
El primer día (miércoles 14 de febrero), con el cartel de «no hay billetes» colgado desde hacía semanas, Reznor y compañía soltaron un setlist en el que destacaba la selección de temas de la primera mitad de su carrera («Wish», «Closer», «Reptile», «Piggy», «Head Like A Hole»…) y algunas de «With Teeth», su último trabajo… Aunque lo más destacado fue la inclusión de «Heresy» y «The Becoming», que hizo estallar la locura entre el público…
El jueves 15, en cambio, pudimos disfrutar de un concierto más denso y aplastante, con una notable presencia del «Downward Spiral» por encima de sus demás discos (con dos bombazos como son «Mr. Self Destruct» -con Cortini a la guitarra, sorprendentemente- y «March of the Pigs»), y con la inclusión de la dupla «La Mer/Into The Void» que ya habían incluido en sus conciertos de Lisboa, además de la ya clásica versión de «Dead Souls» (de Joy Division, incluida en la BSO de «El Cuervo»). Por supuesto, todo el mundo echó en falta algún tema durante los dos días (en mi caso, algún imposible como «Just Like You Imagined» o «The Great Below», y no tan imposibles como «We’re In This Together» o «Something I Can Never Have»), pero se puede decir que el sentimiento general fue de satisfacción por la selección de temas, que abarcaban toda su carrera.
En general, mencionar que el sonido fue prácticamente impecable (una vez más, se confirma que La Riviera es una sala que no tiene piedad… Hace que los grupos suenen exactamente como suenan, ni mejora ni empeora el sonido). La actual formación se ve muy asentada, y a pesar de que había sido bastante criticada al principio (especialmente White y North, que tenían que suplir las ausencias de dos grandes como Danny Lohner y Robin Finck, al cual se pudo ver en el show del miércoles entre el público), cumplieron su trabajo con creces. A destacar el trabajo a la guitarra de North, quien además resultaba ser un espectáculo visual bastante bueno, y especialmente a Josh Freese, que justificó su fama como uno de los grandes baterías polifacéticos de la última época (trabajando para gente tan dispar como Sting, The Vandals, o los propios NIN) con una actuación enorme (en lo que a técnica, fuerza y contundencia se refiere… Impresionante ese «You Know What You Are») tras la batería.
La visita de Nine Inch Nails a Barcelona tuvo un efecto similar. Primer día de lleno absoluto y segundo día más bien flojo, lo que aportó un grato efecto de comodidad. Reznor y sus súbditos presentaron el domingo un set más duro aunque tuvieron tiempo de regalar joyas como «Something I can never have». El segundo día, tras la apertura de los muy resacosos The Popo, el concierto fue cláramente «downwardcéntrico». Reznor, a pesar de que ha ganado unos kilos tras dejar la mala vida, sigue dando todo lo que tiene en escena y sudó más la camisa que su aprendiz más famoso en todas sus visitas juntas. El tiempo no parece pasar por temas como «Terrible lie» o «Closer» que ya son inmortales, y los más recientes como «The hand that feeds» son recibidos con todos los honores.
Nadie parece recordar que esta es la gira de presentación de su nuevo DVD en directo, ya que todos tienen puesta su mirada en en lanzamiento de su nuevo disco en estudio, «Year zero». Barcelona fue testimonio de la presentación en directo del primer single del primer disco conceptual de la banda, «Survivalism», un tema muy efectivo para los directos por la contundencia de su base rítmica y su trepidante estribillo. Reznor sabe jugar sus cartas, fue un buen regalo para resarcirse de su última visita a la sala, desde entonces rebautizada como Hellmatazz. «El nuevo disco sale en abril, seguramente lo podréis robar en un par de semanas» fue una de las frases destacadas de la noche. Una frase que merece dos apuntes: primero, que el de Pensilvania ya está por encima de la industria musical, hace lo que quiere y está de vuelta de todo. Segundo, dos paises y tres temas regalados al público en pendrives escondidas por las salas en las que toca, en lo que es un ejemplo de una excelente campaña de marketing viral. Tuve la suerte de encontrar uno de ellos pegado a la pared de la barra, pero de la campaña publicitaria de «Year zero» y de sus secretos hablaremos otro día.
Seguramente no hayan sido los mejores conciertos que NIN hayan ofrecido… Lejos queda el caos de la época del «Downward spiral», el barro de Woodstock, la visualidad del «Fragility», pero su peor concierto da mil vueltas a la mayoría de directos. Nine Inch Nails siguen siendo una referencia a seguir aunque imposible de imitar.
Esperemos que vuelvan pronto por nuestras tierras para ofrecernos conciertos como estos… Mientras podremos disfrutar de sus discos y DVDs (nuevo directo –«Beside You In Time»– en DVD/HD/BD a la venta el 26 de febrero, y nuevo álbum de estudio –«Year Zero»– anunciado para abril).
http://www.nin.com
http://www.myspace.com/nin
Sniki (Madrid)
Subpop (Barcelona)
5 thoughts on “Nine Inch Nails: Algo que siempre podremos tener”
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Muy buena crónica y mejores conciertos
😉
que envidia…
algo que siempre podreis tener,
vosotros,
aqui en el sur esas maravillas no se ven ni en sueños,
y si encima tocan entre semana peor todavia.
A mi lo que me mató fueron los dias del concierto … si hubieran sido Viernes o Sabado … u_u
http://www.youtube.com/watch?v=yiE1d96oe3w El primer videoclip de Year Zero
Gocé como hacÃa tiempo que no lo hacÃa. Me encantó (fui el 14 en Madrid). Un gustazo, sà señor.