Largas colas en las taquillas para recoger las entradas compradas por internet, el parking del renovado Palacio de los Deportes completo, muchisima gente en los aledaños y una expectación sin precedentes para ver a la banda británica de nuevo en Madrid, en el segundo concierto de su nueva gira europea que comenzó ayer en Baracaldo (Vizcaya).
El trío inglés llegaba para presentar su nuevo disco, Black holes and revelations una nueva maravilla, grabada en un sitio con historia templaria de la Provenza francesa, el Chateau Miraval, y mezclado en los Electric Ladylan Studios de Nueva York, sitio mítico por su historia (Jimi Hendrix).
Se esperaba una banda internacional (Thrice, AVA, …) para para telonear a Muse pero al final fué una banda barcelonesa, Poet in Process, la elegida para amenizar la espera con un pop-rock fresco y elegante, y quizás contundente en su directo. El parentesco del bajista con un conocido cocinero catalán, ha hecho sospechar a más de uno de un posible «enchufismo», pero creo que dejaron claro con su contundente directo que son una banda que puede dar que hablar en su estilo, si bien creo que no sentó bien al público que la cantante Lynne Martí se dirigiera al público en inglés; quien sabe si estaba haciendo honor a su abuela inglesa.
Empieza a sonar un ritmo electrónico, cae la tela negra que tapaba el escenario, y de un negro riguroso los tres miembros de la banda salían a escena a las diez en punto en un escenario «galáctico», con una especie de platillo volante hexagonal encima de la batería y con luces y luces por todos los lados. Les acompañaba un teclista que hace posible que Matt Bellamy pueda tocar la guitarra y cantar y cuando le apetece tocar el piano, así como para acompañar con samplers de batería a Dominic Howard.
El ritmo electrónico que sonaba no es otro que el comienzo de «Take a Bow», primer corte del nuevo disco, y tema elegido para abrir, perfecto en ejecución. Sin mediar palabra, empalmaron con «Hysteria» uno de los grandes temas de su anterior disco Absolution. Después de un tímido «Thank You Madrid!», siguieron con «Butterflies and Hurricanes» para deleite de la batería y «Map Of the Problematique» otro de los temas con más fuerza del nuevo disco.
Después tocó el turno de disfrutar recordando los singles del Origin of Symmetry en los que colaboró David Bottrill, «New Born», «Plug in Baby» y «Bliss» intercalados con un tema del nuevo disco que pasó desapercibido, «City of Delusion» y un tema de Hullabaloo, «Forced In» momento en el que el batería quedó encerrado en el misterioso objeto hexagonal, con imágenes de fuego y terminaron la tanda con la versión de Nina Simone, «Feeling Good».
La oscura «Hodoo» dió paso a uno de los momentos más épicos del concierto con «Invincible» un tema que pone los pelos de punta y que tiene un final increíble con un Matt soberbio haciendo tapping en su guitarra plateada.
Terminaron el set con dos temas del nuevo disco con fuerza y carga electrónica, «Supermassive Black Hole» y «Starlight», siguiendo con «Time is running out» y «Stockholm Syndrome» dos de los mejores temas de Absolution.
En ese momento se metieron en el camerino dando por finalizado el concierto, y a la espera de los bises, sonó el tan manido «Oé, Oé, Oé», casi obligatorio ya en todos los conciertos.
Volvieron a escena con «Citizen Erased», para los verdaderos fans, siguiendo con toda una sorpresa, «Muscle Museum» unica canción del Showbiz que tocaron, mientras la organización soltaba entre el público unos globos gigantes y acabaron el concierto con la apoteósis final, el que es su nuevo single, «Knights of Cydonia», que como curiosidad, un teclado vocal hizo las veces de trompeta.
Como resumen, un gran concierto, quizás con el pero de que no tocaran Sunburn.