Warrior Soul – Stiff Middle Finger (2012)

Si hay un grupo y un artista en concreto que merezcan el reconocimiento que no han recibido durante más de 20 años de carrera, esos son Warrior Soul y Kory Clarke. Que hoy en día son prácticamente sinónimos, pues de la formación original de la banda neoyorquina únicamente queda su líder, vocalista e instigador, el señor Clarke. Poeta de extrarradio, dandy del fango e incómodo protestón políticorockero donde los haya. Y, para qué voy a negarlo, referente vital de servidor, siempre fascinado por la obstinación de Clarke en llevar su arte y su cosmogonía vital allá donde sea necesario. A él tanto le da ocho que ochenta, mientras tenga un escenario donde escupir sus incendiaros versos parece ser feliz, conservarse en forma (cerca de los 50 y luce un tipito y un pelazo que ya nos gustaría a muchos de nosotros), y tener todavía el rocanrol impregnado en sus venas.

Dicho esto, pasemos a explicar qué nos ofrece su nuevo disco de estudio, …œStiff Little finger…, editado cuatro años después del retorno discográfico que supuso la divertida medianía llamada …œ…¦And we rock n…™roll… (un disco que me gustó más por las ganas que le tenía que porque fuera un gran álbum, aunque contenía interesantes cositas como, por ejemplo, …œShe…™s glaswegian… o …œFuck the pigs…), y que ahora nos presenta a una renovada banda -con dos españoles en sus filas-, aunque no por ello con un sonido rompedor ni vanguardista. Ni puta falta que hace, añadiría. Porque a estas alturas de la película, por lo menos yo, me conformo y disfruto con un disco de Warrior Soul que esté a la altura de las circunstancias y expectativas. Y …œStiff middle finger… lo está, e incluso que diría que supera lo esperable. De acuerdo, poco de nuevo hay en el acid punk, el groove rockero y el vacileo (cada vez más cazalloso) de Kory Clarke, pero siempre es un placer volver a escuchar a una de esas bandas que te han acompañado durante media vida. Y qué coño, que la psicodelia roquista de …œOccupy… y …œA drink for all my friends…, el cock rock tirando a punkoso de …œPlanetary revolution… y …œTear…, la épica macarra de …œRubicon…, y el interesante experimento de …œ2012…, que acerca a Warrior Soul a la electrónica más oscura, minimal y amiga de los drones, no son fáciles de encontrar en un disco de hard rock actual. Sí, soy fan.