Ugly Kid Joe – Stairway to Hell EP (2012)

Los californianos Ugly Kid Joe han vuelto para solaz de, no nos vamos a engañar, los cuatro gatos a los que durante los 90 seguimos su relativamente corta carrera. ¿Era necesario su retorno? Pues posiblemente no. Como el canuto que me voy a hacer, que quizá no haga falta, pero oye, apetece. Tras haber llamado la atención a principio de los 90 con sus tres únicos trabajos -aunque sus dos últimos, …œMenace to sobriety… y …œMotel California… pasaron sin pena ni gloria, especialmente su tercer esfuerzo discográfico-, trabajos donde el metal, el hard rock, el funk más crudo y el gamberrismo postadolescente eran la carta de presentación de la banda, la banda liderada por Whitfield Crane fue olvidándose como lágrimas en el güisqui, e incluso para los más listillos de la clase (me cago en vuestra estampa), Ugly Kid Joe se convirtieron en la típica banda a la que criticar cuando quieres escupir en el crédito de un estilo como el hard rock más descerebrado. Ellos se lo pierden, que sigan escuchando shoegaze con mandolinas folkies. Que les aprovechen.

La cuestión es que más de una década después, y sin saber yo las razones de su vuelta (¿deudas de drogas y lumis? ¿Aburrimiento? ¿Contratos por cumplir? Qué más dará), el quinteto californiano ha vuelto con un EP titulado …œStairway to hell…. Efectivamente, siguen gustando de pervertir títulos de discos clásicos (su primer y más celebrado LP fue …œAmerica…™s least wanted…), y continúan con su acentuado gusto por hacer portadas feas (el niño feo Joselito como protagonista del artwork tiene bastante delito, pero qué le vamos a hacer, Ugly Kid Joe son así de guarrelas). Y, por suerte, siguen siendo unos enfermos del hard rock de alto octanaje, deudor tanto de bandas como los oscuros Black Sabbath -a los que se acercan bastante con …œNo one survives…– como del funk metal a lo Fishbone, no en vano Angelo Moore y Dirty Walt colaboran en la calentorra …œLove ain…™t true!…. Así que, si queremos ver el vaso medio lleno, diremos que los pesados riffs y las cachondas melodías de los californianos no han variado un ápice desde que se separaran en los 90, cosa que está muy bien. Si lo queremos ver medio vacío, diremos que esta gente no ha dado ni un mísero paso al frente musicalmente desde hace más de 15 años. Qué queréis que os diga, me quedo con la primera afirmación, el vacileo de …œDevil…™s Paradise…, la mala leche riffera de …œYou make me sick…, el rollete campestre de …œAnother beer…, o la muy AC/DC …œI…™m alright…, bien valen unos headbangings cerveceros y unos cadereos farloperos de reafirmación hard roquista.