Tairrie B – Feminenergy (2020)

Los que nos seguís desde el principio sabréis de nuestra devoción por Tairrie B. Recuerdo como si fuera ayer su colaboración con el malogrado Lynn Strait de Snot y las fotos en las revistas junto a Pete Steele durante la gira de Type O Negative a mediados de los noventa. Sus discos con My Ruin, pero sobre todo con Manhole y Tura Satana marcaron una época donde no era fácil encontrar mujeres liderando una banda de metal.

Lo que algunos quizás no sepáis es que Tairrie B fue una de las primeras mujeres raperas blancas en adquirir notoriedad. Apadrinada por Eazy-E de los míticos N.W.A., consiguió que su álbum de debut («Power of a Woman», 1990) fuera distribuido por una major. Tairrie B ha dedicado toda su carrera a romper los techos de cristal que a menudo se encuentran las mujeres en estilos predominantemente masculinos como el rock y el hip hop.

Poco antes de las elecciones americanas, la californiana colgó de manera gratuita un disco de alto voltaje que es una vuelta a sus orígenes y donde no deja títere con cabeza. Una mezcla de hip hop old school y metal donde su afilada pluma ataca sin piedad a los supremacistas blancos, los negacionistas, los machirulos y especialmente a Donald Trump, una persona que bien personifica todos los adjetivos anteriores.

Junto a la actualización de «World Destruction» (originalmente de Afrika Bambaataa y John Lydon), el «I’m a woman» (popularizado por Cher y Raquel Welch) o la versión de «Fistful of steel» de RATM encontramos temas ácidos como «Nasty Woman» o sentidos tributos a figuras clave de los derechos civiles y el progreso de la sociedad americana como John Lewis o Ruth Bader Ginsburg. Como unos corresponsales de guerra, informando de todo lo que sucede a su alrededor, Tairrie B y su marido Mick Murphy (My Ruin) no sé si han conseguido hacer el mejor disco de 2020, pero desde luego el disco de 2020.