Plague Vendor – Free To Eat (2014)

Si no contamos los discos de Bad Religion -que siempre son buenos y me gustan, digan lo que digan los de siempre- y el último trabajo de LetLive (que sí pero no pero no pero sí), bien olvidada tenía a la disquera Epitaph. Y mira que en mis años de tináyer de ojos inyectados en sangre y greñita desestructurada fui muy de lo suyo. Pero es lo que tiene el punk rock, que hay cierto momento en el que todo te suena igual, o incluso te llega a cansar. No es mi caso, soy un tipo bastante inmovilista en mis gustos musicales, aunque siempre prefiero usar el concepto …œfidelidad…. Difícil hoy en día con tanto disco, tanto streaming y tanta polla en vinagre, lo sé, pero como servidor es de los que todavía se escucha los discos enteritos…aunque en el caso que nos ocupa, bien fácil es escucharlo del tirón.

Hablamos de Plague Vendor, el más reciente fichaje de Epitaph. Vienen de California, concretamente del mismo pueblo de donde era Richard Nixon aka Tricky Dick, y por lo escuchado en su disco debut, …œFree to Eat…, son un cuarteto muy aficionado a las guitarras lacerantes y llenas de feedback. 10 canciones en 18 minutos, eso es todo lo que han necesitado los Plague Vendor para convertirse en mis chavalitos favoritos del mes. Letras llenas de temática ocultista, griterío y salvajismo punk rock noisero, mucha influencia de los Dead Kennedys (tanto en forma como en fondo), cantidad de momentos anfetamínicos, locura instrumental, y caramelitos ruidosos de apenas un minuto de duración. No todos los temas aquí presentados son la panacea, pero si estos chicos siguen así, dándole una nueva vuelta de tuerca al punk más ochentero, pueden darnos unas cuantas alegrías a los amiguitos del rock más veloz y amenazador.