Nudozurdo – Sintética (2008)

¿Qué se puede decir de un grupo como Nudozurdo que no se haya dicho ya en otros medios? Personalmente escuché su nombre por primera vez gracias a la fiesta de aniversario de Aloud Music, donde substituían a los autores de uno de los discos del año (Lek Mun). Podría intentar ser original o rebelde para realizar la crítica de este disco, pero si nos ceñimos a los hechos no hay otra opción que estar de acuerdo con que nos encontramos ante una joya del pop/rock nacional de 2008.

La historia de Nudozurdo se remonta a 2001 como trío, tan solo un año más tarde ganan el concurso Popzuelo 2002 y consiguen grabar un primer disco (pendiente de reedición) y un video para el tema «Utilízame». Tras girar por todo el país, en 2005 entran de nuevo a los estudios Box para grabar «Sintética». El cierre inesperado del estudio y numerosos percances hacen que la salida del disco se retrase hasta el presente año. A cambio, el grupo se transforma en cuarteto y logran masterizar en los estudios JJ Golden de California.

Harto estoy de los grupos de pop que se escudan en su estilo para defender su ineptitud a la hora de tocar, y como diría Bill Hicks, los Beatles estaban hasta las cejas cuando compusieron letras de «Yellow submarine», ¿cual es la excusa de algunos grupos de aquí? El caso de Nudozurdo se demuestra todo lo contrario, que el hacer pop no está enemistado con el saber tocar. «Sintética» es un disco atemporal de pop atípico con ramalazos de rock, de post-punk hecho en la actualidad de los que no te cansas de escuchar, con una gran batería y unas guitarras limpias que recuerdan a The Cure o The Smiths por momentos. Y por encima, sobrevolando la voz de Leo Mateos, único miembro original que queda del grupo, que con su manera de cantar semihablada, su cadencia y su ironía en las letras (un poco a los últimos Standstill) le dan ese toque extra de oscuridad, la formula secreta del grupo.

Si lo tres primeros temas no te dejan noqueado al instante, todavía les quedan cartuchos como «Ha sido divertido» (perfecta para single), «El hijo de Dios», uno de los mejores temas nacionales del año sin duda (¿existe el stoner pop? ¿Road movies en canciones?) o el tema que cierra el disco («Ido») para los amantes del post-rock.