Mike Krol – Turkey (2015)

Mike Krol parece un tipo simpático, él es el cerebro (o algo parecido) de un proyecto que seguramente no pasará a los anales de la historia musical pero que logra con este tercer disco alegrarte el día más gris. Su nombre no se verá escrito al lado de grandes como Led Zeppelin, Black Sabbath, ni si quiera de los zarrapastrosos Nirvana. La cual cosa no creo que le importe lo más mínimo.

El suyo es el último de los grupos en aparecer que, aunque intrascendentes, copan los carteles de los festivales más pintorescos. Al parecer es el signo de los tiempos y, aunque solo sea por esta vez, vamos a hablar de ellos. Porque todo grupo tiene su momento como cada persona tiene su droga y, aunque Mike Krol no tiene letras profundas ni virtuosismo en sus instrumentos, te asegurará un buen rato directamente proporcional a la cantidad de alcohol que hayas ingerido en el momento de verlos actuar (próximamente en el Festival Deleste y Primavera Club).

No vas a necesitar comprarte un equipo musical de 1000 pavos, ni unos auriculares ideados por un rapper convertido a hombre de negocios. «Turkey» fue engendrado en tan solo cuatro días y ejecutado casi en su integridad por el mismo Mike Krol. Pero eso sí, ¡qué efectividad la del angelino! Nueve cacharradas powerpop hiperadictivas, frenéticas y desencantadas que en conjunto duran menos que una pausa publicitaria de Antena 3. Si se pusiera algún día a hacer un disco «en serio» seguro que no le salía tan bueno como este.