King Gizzard And The Lizard Wizard – Infest The Rats’ Nest (2019)

Corría el año 2016 cuando cayó en nuestras manos «Nonagon Infinity», un disco arriesgado y divertido de rock con tintes psicodélicos que se coló en todas las listas de «lo mejor del año». Los autores eran una banda con un nombre que, de buenas a primeras, llamaba la atención: King Gizzard And The Lizard Wizard.

No era un grupo nuevo, pero ya sabemos que muchas veces lo que pasa en Australia se queda en Australia. A partir de ahí el Caos. Un disco autoeditado, otro experimentando con microtonos, otro con algún tema decente que podía ser una cara B de «Nonagon Infinity», y otro, y otro… Y todo eso en un solo año! Ya me diréis qué necesidad hay de sacar 5 discos en un año. ¿Se creen que voy a tener tiempo de asimilar todo ese material? ¿Se creen que me puedo permitir comprar todo lo que saquen? Quizás es que los grupos ya no ganan dinero con los discos. Siendo su mayor fuente de ingresos las giras y el merchandising, les parecerá divertido meterse en el primer estudio que encuentran y grabar lo que se les pase por el forro para que lo escuchemos en streaming. Lo mismo pasa con Ty Segall (25 discos en 10 años) o Omar Rodríguez-López (52 en 15 años!), ¿de qué va esta gente? Si para mí, del «Mellon Collie and The Infinite Sadness» ya me sobraban la mitad de los temas, imaginaos lo que pienso de alguien con tan poca capacidad de síntesis.

Ahora por fin vienen a tocar en directo y muchos piensan que será el bolo del año. Pues yo creo que, como el PSOE con el Open Arms, llegan tarde y mal. ¿Nos van a tocar temas del último? ¿Del que creo que es su mejor trabajo? (con 7 lanzamientos de por medio). ¿Y en una de las salas con peor sonido de la ciudad y abarrotado de gente? Conmigo que no cuenten…

Dicho esto… En «Infest The Rats’ Nest» vuelven a dar una vuelta de tuerca publicando un disco cercano al thrash metal de los 80 con algunos temas resultones, pero que si hubiera salido en la época de «Kill’em all» o el «Reign in Blood» hubiera sido una obra menor. ¿Gracioso? Sí, tiene su punto, no os voy a engañar. Pero hasta grupos del revival thrashero como Toxic Holocaust, Municipal Waste, Iron Reagan o nacionales como Crisix o Angelus Apatrida se los comen en ese terreno.