Kaada & Patton – Romances (2004)

Ipecac

Kaada & PattonTracklist:
01. Invocation
02. Pitié pour mes larmes
03. Aubade
04. L’absent
05. Crépuscule
06. Viens, les gazons sont verts
07. Seule
08. Pensée des morts
09. Nuit silencieuse

Cuando el multi-instrumentista John Erik Kaada, fichó por Ipecac y comenzaron los rumores sobre una posible colaboración entre él y Mike Patton (co-propietario del sello), se genereró una gran expectación por lo que podía surgir de ahí, llegando a ser uno de los discos más esperados del año.

Pese a ser aún relativamente desconocido, Kaada ha realizado en los últimos años un buen número de bandas sonoras para películas noruegas, así como un álbum en solitario de lo más recomendable, de título «Thank You for Giving Me Your Valuable Time». Así pues, tanto Kaada como Patton han mostrado en repetidas veces su gusto por las bandas sonoras, y convergen hacía un estilo más accesible que el «Directors cut» de Fantômas, por poner un ejemplo, aunque no por ello menos ecléctico.

Lo más destacable de este disco debut de este prometedor dúo, es que no defrauda, lejos de ser un desfase en la onda noise, es un álbum que todo amante de las buenas bandas sonoras va a disfrutar. Además, es un deleite comprobar una vez más la grandísima versatilidad de Patton a las voces.

El sonido es de lo más original, aunque ampliamente influido por grandes del género como Ennio Morricone, Nino Rota o Angelo Badalamenti, incluye elementos de todo tipo: gran variedad de syntes, arreglos de cuerda y viento, acordeones, percusión e incluso un theremin o una armónica, todo esto unido con la amplitud de registros de un inspirado Mike Patton.

El disco empieza con la inquietante «Invocation», que suena como el Danny Elfman más corrosivo, y que va creciendo a través de una instrumentación muy dinámica, así que como la voz de Patton, que acaba siendo más melódica. La siguiente, «Pitié pour mes larmes» es una de las canciones más inspiradas y melódicas del álbum, Patton se vuelve el centro de atención, con bellas armonías vocales. A continuación espera la canción más larga del disco «Aubade», que se desarrolla en ese tempo tan lento y machacón que lo domina, pasando por experimentos sonoros, como si del «Disco Volante» de Mr. Bungle se tratase. «Crepuscule» es otra canción destacada, con ese aire inquietante con el que empieza el álbum, con Patton haciendo arpegios, de arriba a abajo, y de abajo a arriba, al son del synte. Cierra «Nuit Silencieuse», con dúos entre contrabajo y armónicos, así como graves penetrantes de un piano.

Por encontrarle un pero, es un disco que puede hacerse pesado debido a su tempo tan lento, y que puede no entrar en una primera escucha, sin embargo, y por encima de todo, hay que darse cuenta de que pretende ser una especie de banda sonora de una película romántica con giros argumentales inesperados. Y lo consigue.

Puntuación: 4/5
Texto: topobre

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  • 13/12/2004
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