Japandroids – Celebration Rock (2012)

No os voy a engañar, pues, como aquel que dice, acabo de descubrir a este parejón llamado Japandroids. Será que los oía nombrar y leía de ellos en tantos sitios que, ermitaño y huraño que soy cuando quiero, me negaba a escucharlos. …œUna mierda para modernos pseudoroqueros…, pensaba yo para mis adentros cada vez que oía a un tipillo cualquiera, tatuado hasta el cuello, pantakas pitillo y way farer, hablar maravillas sobre ellos. Y no negaré que el dúo canadiense tiene una marcada aura hipster alrededor suyo; pero qué diablos, a veces vale la pena sumarse al moderneo, a lo que mola, y al rock guachi de este principio de siglo. Especialmente en un caso como el de los Japandroids.

Banda de esas que de evolución musical personal no quieren ni hablar (a los hechos me remito, no es que los conozca en persona ni nada de eso), pues a lo largo de sus trabajos -que se reducen a varios EPs y al LP tan alabado por Pitchfork, …œPost nothing…– apenas han variado sus coordenadas musicales. Y yo que me alegro, pues el espídico rock garagero que practican Brian King (guitarra) y David Prowse (batería), no necesita de mucho más para epatar y hacer sudar la fat drop. Y en …œCelebration Rock… el dúo sigue a su rollo, facturando explosiones eléctricas irreverentes, excitantes y revoltosas. Un disco ideal para ponerse un viernes por la noche, atiborrarse a chucherías, chupitos de alta graduación, revolcarse por el suelo, y, para acabar, ir a coger un poco más a las casas baratas. Demasiado nunca es suficiente, que decía el poeta, y con Japandroids, los enfermos de gustera, roquerío descarnado y libertino (y ruidoso), como servidor que os escribe, tienen en los canadienses a uno de esos grupos que, por tiempo que pase, siempre nos recordarán que el pampaneo y el …œno hay mañana, ponte otra y sube el volumen…, es la única religión que nos vale.