Jack White – Boarding House Reach (2018)

Tras «Blunderbuss» y «Lazaretto», dos discos (y sus respectivos directos) en que Jack White cuidó hasta el más mínimo detalle, llega «Boarding House Reach» con un formato y una lectura diametralmente opuesta. ¿Pasota o visionario? Juzgad el último trabajo del ex White Stripes como queráis, lo que es seguro es que no dejará a nadie indiferente.

Pesonalmente, creo que es de agradecer el atrevimiento. Aunque es cierto que algunos temas parecen retales de canciones y que, cualquier tipo de hilo conductor entre los temas es pura coincidencia, la sensación que me ha dejado el disco es positiva. Más cercano a la experimentación de Beck o el ruidismo de Jon Spencer, este nuevo trabajo es al mismo tiempo el «White album» y el «Chinese Democracy» de Jack White. Una «desert session» via Nashville donde es capaz de pasar de la pura experimentación al rock de raíces más básicas. Una de dos, o nos está mostrando cómo será la música rock del futuro, o se le ha ido completamente la olla.

Hay temas brillantes como «Connected by love» (con una atrevida pero suave base electrónica) o «Over and over and over» (originalmente destinada a formar parte del repertorio de White Stripes hace 13 años), incluso la rapeada «Ice Station Zebra» (una colaboración frustrada con Jay Z), que podrá aprovechar en la gira que nos lo traerá en julio. También se pueden aprovechar fragmentos de la funkoide «Corporation», el estribillo de «Hypermisophoniac» o el guiño a «Happiness Is A Warm Gun» de los Beatles en «Respect Commander», pero algunas idas de la olla como «Abulia and Akrasia» (con la colaboración de C.W. Stoneking) o «Humoresque» (un tema escrito por Al Capone y música de Dvorak) pasarán directamente al olvido.