Declan McKenna – Zeros (2020)

Nacido una nochebuena de 1998 en el norte de Londres, el precoz Declan empezó a destacar en el festival de Glastonbury cuando, con solo 16 añitos, ganó el premio al talento emergente. Con los 5000 libras del premio se pudo costear unos EPs que lo llevarían a debutar directamente con una major. Con «What Do You Think About the Car?» se coló en las listas de medio mundo y tres años después llegó «Zeros» y el momento de su confirmación como artista sólido a pesar de su juventud.

Con este segundo trabajo, el británico ha tenido que cargar con dos losas. La presión del disco tras el éxito cosechado en su debut y el haber sido etiquetado poco menos como la «voz de una generación» por los medios. Cierto es que su primer disco contenía bastantes posicionamientos sociopolíticos y en más de una ocasión ha demostrado su condición de activista, aunque él alguna vez ha dicho que se limitaba a hacer de altavoz de lo que oía a su alrededor. En «Zeros» sigue tratando temas como la religión o el medio ambiente, pero viene ofuscado en unas letras distópicas y futuristas. Muy en la onda de lo que hizo su admirado David Bowie.

Declan Kenna toma mucho del pop rock setentero no solo musicalmente, a su insultante desparpajo y presencia escénica se le une un look glamouroso (más en la onda de la serie «Euphoria» que en la de Marc Bolan). Durante la grabación del disco en Nashville se empapó de discos clásicos de Dylan para conseguir la energía del directo llevado al estudio y se nota cierto acercamiento al rock más artie y sinfónico de bandas como Queen. Y es que a pesar de ser un disco de pop, cargado de estribillos y melodías, contiene un buen puñado de guitarras. Una mezcla que puede llegar tanto al adolescente más hormonal como a viejóvenes de tripa cervecera como nosotros.