Cabezafuego – Somos droga (2017)

Tuve constancia de la existencia del señor Cabezafuego hará unos cuantos años, cuando era parte de Mermaid (qué grande su …œRed Led or Death…, por cierto) y vino a tocar con ellos a una fiesta de la extinta web Riff-Fanzine. Ya entonces me pareció un tipo de lo más interesante y libertino (que es como me suele gustar la gente). Desde entonces ha tocado en un montón de grupos (Atom Rhumba, Basque Country Pharaons, Half Foot Outside…¦) dejando siempre huella de su particular carácter y su rollete guay.

Sin duda Cabezafuego es uno de los pilares del rock vasco tirando a molón, y en sus aventuras en solitario, y por lo escuchado en este su segundo disco, …œSomos droga… (su anterior «Camina conmigo» no lo he escuchado pero vaya si lo haré), imprime toda su cosmogonía de humor ácido, toxicidad vital y rocanrol libre de tabús. Porque si hay una palabra que podría definir este trabajo sería …œlibertad….

Cabezafuego no conoce de fronteras ni de autenticidades roqueras, y pasa sin despeinar esa mata de pelo que tiene del blues fangoso al folk y al calorcito latino, pasando por el krautrock y el rocanrol al más puro estilo Phil Spector. Y si a todo eso le sumamos unas letras que son absolutamente desternillantes (por lo inteligentes, divertidas y autocríticas), tengo entre mis manos (bueno, en el ordena, pero os aseguro que me gastaré los cuartos en este disco) uno de los mejores discos del año del pop rock patrio. Con mucha diferencia aunque no los haya escuchado todos. Ni falta que hace.