Black Sabbath – 13 (2013)

Aunque bien pocas esperanzas albergaba con la tan cacareada reunión (bueno, casi reunión, el régimen estalinista de Sharon Osbourne ha borrado cualquier recuerdo del baterista, Bill Ward, no presente en este álbum), este …œ13… de Black Sabbath ha resultado, contra todo pronóstico, ser un gran álbum. A la altura de sus mejores obras. Creo que Henry Rollins tendrá que en breve cambiar su famosa frase de …œsólo creo en los seis primeros discos de Black Sabbath…. Porque, pese a que sus primeras filtraciones no prometían grande alegrías (es lo que tiene escuchar canciones grabadas a través de un móvil colgadas en Youtube. Que suenan como una mierda), y, tras ver Eurovisión, con el grupo armenio Dorians interpretando un bastante penoso tema escrito por Tony Iommi, el primer disco de los Sabbath con el tito Ozzy en sus filas tras muchísimos años, ha resultado ser un cañón bastante importante. Un pelotazo bluesrock metalero a tener bastante en cuenta.

Qué bonito y qué ilusión, ¿no? ¿Habrá tenido mucho que ver Rick Rubin en este renacimiento artístico del grupo más peludo y oscuro de Birmingham? Diría que sí. Suerte que no grabaron ese disco del que hablan en 2001, estoy convencido que hubiera sido una chusta infumable. Así que sí, la espera ha valido la pena, y ya desde la inicial y larga (la mayoría de los temas incluidos no son precisamente rácanos en minutaje) …œEnd of the beginning…, opresivo corte que remite a su primerísima y homónima canción, se puede intuir y oler que este …œ13… tiene varias sorpresas agradables en su interior. Y vaya si las contiene. Tony Iommi parece que les tangó unos cuantos apabullantes riffs marca de la casa a los armenios, porque por lo escuchado, se los guardó todos para el nuevo disco de su banda. Y yo que me alegro. Y aunque por momentos parece que estemos escuchando un homenaje de los Black Sabbath a los propios Black Sabbath (…œZeitgeist… parece una especie de versión alternativa de …œPlanet Caravan…, y en …œAge of reason… hay un riff clavadico a uno de …œWar Pigs…), y temas como …œGod is dead?… -que sí, con las escuchas va ganando, aunque en principio me pareció un tostón- y …œDear Father… suenen más a Ozzy en solitario (o a los Sabbath con Ronnie James Dio; es decir, más metal que rock) que a puramente Black Sabbath, el groove, las mastodónticas líneas de bajo, los demoledores riffs y solos de guitarra de canciones como la tremenda, bailonga y chulesca …œLoner…, la ultrabluesy …œDamaged Soul…, la muy protostoner (o protojevi, como ustedes quieran) …œAge o reason…, o la muy directa y con un breakdown muy sabbath bloody sabbath …œLive forever…, este nuevo LP de Black Sabbath con Ozzy (y con Brad Wilk de R.A.T.M. de bateras, que cumple como el campeón que es) está a la altura de su leyenda. La de los años 70, claro.