AtletA – Catedrales (2010)

Aloud Music

Tracklist:
1. Evasión y victoria
2. Perros estelares
3. Carasmiradas
4. Héroes Cobarde
5. Sabbia Nera
6. Amor 500
7. El Zombi y el Psi
8. Sinopsis
9. Voces de la selva cósmica

Producido por Marco Morgione en Micromaltesse

AtletA son:
José Roselló: Batería
Jaime L. Pantaleón: Guitarra

Cuatro años han pasado desde la última actuación los seminales 12Twelve en un Primavera Club, cuatro años en que sus integrantes han hecho de todo menos quedarse de brazos cruzados. Para esta ocasión, y antes de que les pille el calendario maya, han decidido juntarse dos de sus miembros originales como son J. Roselló y J. Pantaleón bajo el nombre de AtletA, seguramente inspirados por el título y el sello que dio a luz a Faraón (el proyecto electrónico de José).

Jorge Luis Borges instaba al hombre a crear sus propias catedrales, ¿para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas? Esta idea se podría aplicar al proyecto de estos dos contrastados músicos de más de una década de amistad. «Catedrales» supone un cambio y una loable experimentación, a pesar de que casi todo está inventado en el mundo de la música, y el disco no se aparta demasiado del tan en boga post-rock, la psicodelia setentera, las bandas sonoras de Morricone y el krautrock de Can.

Mano a mano, y bajo la atenta mirada de Marco Morgione (Linn Youki), el dúo ha elaborado un trabajo que tiene un brillante inicio de sonoridades oscuras y jazzísticas de base rockera que evolucionan paso a paso con la ayuda de la electrónica, creando un ambiente marciano e hipnotizante pero rítmico que dejan tu cuerpo balanceándose al ritmo de temas como «Perros estelares» o «El Zombi y el Psi». Por otro lado me parece un disco correcto sin más, un divertimento y una buena carta de presentación para lo que puede deparar el futuro, retazos de lo que son capaces pero un disco incompleto que unos músicos como ellos se pueden permitir pero que sería insuficiente para un grupo que empieza.

http://www.myspace.com/atletabcn

Puntuación: 6/10
Lo mejor: Desmarcarse ligeramente de la onda de grupos post-rock
Lo peor: El dejar al oyente vivo