Antemasque – Antemasque (2014)

Casi todos mis más mejores amigos iban al colegio conmigo y nos conocimos mucho antes que llegara el grunge, el THC y el LSD a nuestras vidas, así que, ya ves tú qué tontería, me sabía bastante mal que Omar y Cedric, las mentes pensantes tras At The Drive-In y The Mars Volta hubieran partido peras tras la disolución de su última aventura musical. Pero, como bien sabemos los que hemos cultivado amistades que se han ido alargando a través de varias décadas -me hago viejo, mecagoen-, el camino es largo y lleno de altibajos, trampas y malentendidos. Pero si la esencia perdura, tarde o temprano vuelves a conectar. Y precisamente eso han hecho los dos tipillos anteriormente mentados con su nuevo proyecto bautizado como Antemasque. La química ha vuelto, y de qué manera.

Hacía mucho pero que mucho tiempo que un trabajo discográfico no me entraba de tal manera, cual avión estrellándose en el WTC o cual Max Cortés perforando el bullate de una pobre postadolescente checa. Vamos, que va a ser difícil que me saque de la cabeza unos cuantos de los temas aquí incluidos (sí, los canturreo constantemente subido en mi moto). Especialmente espectaculares los cuatro primeros, donde, sin tiempo apenas de respirar, Antemasque nos apabullan a base de un póker de temas de rock tirando a hardcoreta de una intensidad arrolladora, melodías vocales de las que solamente don Cedric sabe hacer (esa voz, ¡esa voz!), y un perfume a melodrama purificador latinoamericano que tira patrás (de gusto, claro). Uf, es pensar en ello y, sí, habéis acertado, me pongo ligeramente cachondo. Mucho menos densos que The Mars Volta pero igual de intensos, y con la misma mala leche que At The Drive-In pero mucho más completos y complejos. Pero no todo es rock desquiciado, espídico y repleto de bilis disonante en este disco, pues se atreven también con el power pop y con el rock más clasicón (las dos sorpresas sonoras del LP, sí), y albricias, también les sale redonda la jugada. Necesito verlos ya en directo.