Alice in Chains – Rainer Fog (2018)

La verdad es que no era muy complicado que el nuevo trabajo de Alice In Chains, titulado …œRainier Fog… por una montaña que hay en Seattle, me gustara más que su anterior disco, el de los huesos de dinosaurio en la portada. Portada muy molona, no diré que no, pero de tan monolítico, turbio y doom, no ha habido manera que me entrara al cien por cien. Y lo he intentado unas cuantas veces. Es el único LP de Alice In Chains que no tengo comprado. Con eso creo que lo digo casi todo.

Grabado en su ciudad natal (aunque ni Cantrell ni Inez viven ya allí), en el Bad Animals Studio, conocido lugar en el que se grabaron alguno de esos discos que podríamos llamar …œfavoritos de la vida…, en este …œRainier Fog… encontramos a un cuarteto mucho más suelto, dinámico y melódico que en su pretérito y demasiado abrasivo álbum. Algunos dirán que es una …œvuelta a los orígenes… por el sonido de algunas canciones, tirando al metal chulapo que practicaban en la etapa de su …œFacelift…, otros dirán que suenan exactamente igual que en todos sus discos (puede ser, sobre todo si no conoces a fondo su carrera), y yo digo que es un disco que ha pretendido aunar todas las Alicias que hay en Alice In Chains. Y con un resultado bastante convincente.

Momentos puramente jeviatas a la grunge se combinan con canciones en la onda de su último LP (es decir, machaconas y de largo minutaje, pero sin llegar a desesperar al oyente más impaciente), y con instantes de delicadeza formal, algo que siempre han gustado de hacer estos cuatro mozos de Seattle. Que el jevi no es violencia y lo acústico puede ser igual de impactante que un riff metalero. En definitiva, otra buen trabajo de los de Cantrell, que si bien no será recordado como el mejor de su carrera, definitivamente tampoco será el peor. Habrá que conformarse con eso.