No vamos a ser los primeros en descubrir aquí el potencial y la calidad de esta jovencísima banda. Aunque los grandes medios han sido hasta ahora ajenos a su música, no en pocas revistas digitales han tenido ya su merecido espacio. Y ahora, le toca a Subnoise dedicar un tiempo a Pepper & The Stringalings, pero no os vamos a entretener con sus inicios (aquello de los primeros pasos, formación, grabación, etc.) y vamos directamente al grano, porque lo importante aquí no es la historia que les rodea ni sus detalles, sino su música y este enorme álbum «Ronky»
Ya desde el comienzo con «Shot Of Your Love» vemos claro a qué nos enfrentamos. Un hard rock en la línea de Led Zeppelin, The Black Crowes o, como referencia más actual, Saint Jude, repleto de riffs y una voz femenina excelente a cago de la que ya llaman Lady Pepper (Pepa Solana). Y ella no es la única atracción, porque el trabajo de los guitarristas Javier Alcázar y Rodrigo García, responsables también de los bajos, es excepcional, especialmente en temas como «Pinstripped Blues» o «Guns On Your Soul», mientras que el batería Eduardo Molina se encarga también de algunas guitarras, piano, voces -magníficas en «Love Dies Alone»– y, para colmo, él mismo edita este disco bajo su propio sello Sir Vladius. Una buena muestra de cómo es posible hoy en día, a pesar de todo, montárselo uno mismo al margen de los caminos conocidos y a base de mucho trabajo, esfuerzo y, en este caso, mucho talento además.
El sonido global del álbum es bueno: otorga la presencia que en demasiadas ocasiones no tiene el bajo y no suena engolado ni sobreproducido. Pero se echa en falta algo más de brillantez y sequedad, especialmente en las guitarras, porque en muchas ocasiones quedan desdibujadas, como si sonaran en la habitación de al lado, algo muy molesto especialmente cuanto tienes delante un trabajo tan bueno. Sin embargo y a pesar de que se palpan estas carencias desde el inicio, quedan casi olvidadas muy pronto, porque temas como «Ronky Monkey» o «Baby In Blue» hacen que nuestra atención quede por completo entregada a la enorme calidad de sus temas. Un álbum en conjunto muy equilibrado y con un final para quedarse con la boca abierta con «Oh, Baby!» y «Please», en los que Pepa Solana adquiere un tono que pone los vellos de punta porque no podemos dejar de compararla -y no es exagerado- con la mítica Janis Joplin.
Pepper & The Stringalings no son un grupo de amigos jugando a tocar rock. Esta gente van en serio, muy en serio. Y es que esta frescura y este nivel compositivo no es habitual en nuestro país, al menos en lo que a rock setentero se refiere. Así que, mientras disfrutamos una y otra vez de este «Ronky», nos frotaremos las manos imaginando un próximo disco con un sonido que les haga justicia y ponga en su merecido lugar la elegancia y el enorme gusto con el que estos chicos tratan el rock y todos sus abuelos y hermanos, como el blues o el soul.
Texto: Juanma Vilches
Fuentes: Web – Facebook – Twitter – Spotify