«I wanted to be in the most kick-ass all female band ever» decía Kathryn McCaughey, la cantante y bajista. ¿Cómo no vamos a quererla? Ese tipo de actitud es la que llevó a muchos de nuestros grupos de adolescencia a los cielos. Quizás la afirmación es un poco prematura, pero cierto es que van por buen camino. A la garra de la autora de la frase hay que sumar la resolutiva batería de Sarah Dion, los riffs estratosféricos de Karolane Carbonneau y las impactantes percusiones y teclados de Lisandre Bourdages.
En tiempos oscuros como los que estamos viviendo, NOBRO son un chute de adrenalina en forma de garaje punk y melodías infecciosas capaces de convencerte de que el gris de la oficina no es lo tuyo y que deberías montar una banda de rock. Sus influencias se mueven entre MC5, el punk setentero de The Damned o The Runaways y grupos más actuales como Jay Reatard, The Coathangers o las tristemente desaparecidas Betty Blowtorch. Las de Montreal se han curtido en directo junto a bandas como Pup y compañeros de sello como Fidlar o Alexisonfire, demostrando que están listas para hacer frente a todo lo que les echen.
Siete temas con vida propia, sin relleno y que invitan a la reescucha constante. Entre el góspel punk liberador de «Better Each Day» y el subidón de setas de «Life Is A Voyage», las NOBRO tienen tiempo de tratar otros temas más complicados como el sexismo o las relaciones. Ya sabéis lo que dicen de la vida y los limones.
Ojalá poder verlas en directo antes de que estalle la Tercera Guerra Mundial!
«Eat Slay Chardonnay»