Regina Spektor nació y vivió en Moscú hasta los nueve años, donde empezó a tocar el piano de su abuelo y se empapó de las casetes de música occidental de su padre. Sus progenitores, como los de casi todos los grandes artistas también pertenecían al mundo del arte (Ilya Spektor es fotógrafo y violinista amateur, y su madre Bella Spektor es profesora de música). En 1989, el barrio del Bronx acogió por primera vez en veinte años a una familia rusa cansada de la discriminación a los judíos en la Unión Soviética. Con ellos viajaba con una niñita blanca como la nieve que tocaba el piano siempre que podía (frecuentemente en el sótano de una sinagoga). Ya con un piano en casa, depuró su técnica en el conservatorio y durante su brillante época escolar tuvo al alcance los clásicos del blues y el jazz, así como artistas contemoráneas de la talla de Joni Mitchell y Ani DiFranco. Esas influencias se pueden ver en su álbum de debut «11:11», un disco muy buscado por los coleccionistas, que se podía comprar solamente en los conciertos que daba en clubs de la comedia, sótanos, fiestas, etc. Fruto de una vida que no ha visto mucho lujos, en el futuro Regina siempre se comprometería cuando tuviera la oportunidad (ha colaborado en campañas por Darfur, el Tibet, Haiti, Chile).
En 2002 lanza «Songs», un disco grabado en una sola toma donde colabora Alan Bezozi, el batería de They Might Be Giants y que, como su primer trabajo, solo se podía conseguir en los conciertos (aunque este no está descatalogado). Él fue quien la presentó al productor de los Strokes, Gordon Raphael, con el que trabajaría en «Soviet Kitsch» (2004), disco que toma su nombre de la obra de Milan Kundera «La insoportable levedad del ser», haciendo referencia a la estética rusa estalinista. Este fue el primer trabajo que consiguió distribución, y gracias a la ayuda de Sire Records consiguió girar junto a grupos como Strokes, Kings of Leon o Moldy Peaches (a finales del año pasado Regina se casó con el guitarrista Jack Dishel). El single «Us» fue un éxito en Reino Unido y aprovechando el tirón conseguido en Europa lanzó el recopilatorio «Mary Ann Meets the Gravediggers and Other Short Stories» a principios de 2006. Ese verano lanzó «Begin to Hope» a través de Sire Records, que la hizo darse a conocer en todo el mundo. Con este trabajo consiguió meterse en el Top 20 y fue su primer disco de oro en Estados Unidos (medio millón de copias vendidas). En este trabajo la cantante, que habla ruso y hebreo perfectamente, cita a Boris Pasternak en el tema «Après Moi» rindiendo tributo así a sus raíces.
Tres años girando y componiendo más tarde regresa con «Far», con un elenco de productores como Jeff Lynne, David Kahne, Mike Elizondo o Garret «Jacknife» Lee para que consiguieran sacar lo mejor de ella. El propio Lynn (ex-Electric Light Orchestra y Travelling Wilburys), que no suele trabajar con artistas noveles definió su música «como literatura» (de hecho, sus letras están llenas de citas de autores como Shakespeare, Hemingway o Virginia Woolf). En 2010 lanza su primer (y para mí, imprescindible) disco en directo «Live in London», grabado en el Hammersmith Apollo, y al año siguiente se vuelve a reunir con Mike Elizondo para grabar el (hasta la fecha) su último trabajo, «What We Saw from the Cheap Seats», con el que ha visitado recientemente nuestro país, y que por fin la llevará a tocar a su tierra natal para la que ha preparado una versión en ruso del tema «Don’t Leave Me (Ne Me Quitte Pas)». Se trata de temas nuevos pero también repesca alguno de los viejos éxitos que interpretaba en directo al inicio de su carrera.
A Regina Spektor a menudo se la relaciona con la escena Anti-Folk neoyorkina, una serie de cantautores independientes con propuestas demasiado arriesgadas para entrar en los circuitos de salas del Greenwich Village. Personalmente, no le veo mucho sentido a la etiqueta ni el parecido con otros integrantes del supuesto movimiento como Kimya Dawson, yo siempre he visto a Regina Spektor como una Tori Amos moderna, juguetona con la voz como nuestra Maria Rodés, de letras extrañas y con temas que beben cada uno de un estilo diferente sin atarse a etiquetas. De hecho, si en algún momento salas como Folk City o The Speakeasy no la dejaron actuar alguna vez, ahora seguramente morirían por contratarla. Y su carrera no está haciendo más que despegar…
«Fidelity» (2006)
«Laughing With» (2009)
«Folding Chair» (2010)
«All The Rowboats» (2011)
Bonus Track: «Après moi» (Austin City Limits 2007)