El único álbum que grabaron fue este «Population II» (1969). La idea de Holden era conseguir que los riffs sonaran como auténticas explosiones y para ello quería el mayor volumen posible. Poco antes había conseguido el apoyo de la marca Sunn y con veinte de sus amplificadores comenzó a tocar con Lockheed en un teatro, el único lugar que encontraron que podía dar cabida a tanto cacharro y en el que realmente podían explorar las posibilidades del volumen que buscaban. El resultado fue un disco abrumador y ambicioso, con riffs lentos y densos muy en la línea de lo que Tony Iommi estaba creando aquel mismo año al otro lado del Atlántico. A eso podemos añadir el tono psicodélico heredado de Jimi Hendrix y, en menor medida, de los propios Blue Cheer o de los japoneses Flower Travellin…™ Band.
Si el comienzo con «Guitar Song» ya nos muestra todo esto también descubrimos una cierta austeridad en el sonido global que, aunque desconcertante al principio, aporta cierta atmósfera de misterio y oscuridad enormemente cautivadora. «Fruit And Iceburguers» continúa la exploración de esos mismos sonidos, como una continuación natural de su predecesora. Los dos temas siguientes, de muy corta duración, funcionan a modo de ideas casi inacabadas. «Between Time» es una curiosa y extraña revisión de los riffs de «You Really Got Me» y «Jumpin…™ Jack Flash», como bien apuntaba Julian Cope en su reseña del disco. La otra es «Fruit And Iceburguers
(Conclusion)» y, como bien indica su título, continúa donde se quedó la segunda pista del álbum. Como si ambos cortes ejercieran cierta influencia sobre los siguientes, «Blue My Mind» y «Keeper Of The Flame» pisan algo más el acelerador al tiempo que incluyen pasajes más lentos. Especialmente «Keeper Of The Flame» supone la unión de todo lo que el disco nos ofrece, con un Lockheed certero que no se complica demasiado, pero aporta momentos realmente memorables y un Holden a la caza y captura del riff definitivo.
Pero después de la grabación todo comenzó a torcerse y el disco nunca llegó a salir al mercado, aunque existieron copias piratas que se vendían a precios bastante altos. Randy Holden se retiró y se dedicó a la pesca y la pintura, apartado del mundo de la música hasta la década de los noventa, cuando saca «Guitar God», un trabajo muy interesante que le devuelve al mundillo. Desde entonces se han reeditado «Population II», «Guitar God», ha editado un par de discos más y ha encontrado al menos una parte del reconocimiento que no tuvo en su momento.
Texto: Juan Manuel Vilches