Pero el currículum de Bakerloo no se queda ahí. Bill Ward y Cozy Powell también tocaron con ellos, fueron teloneros de Led Zeppelin en sus comienzos y compañeros de gira de Earth antes de convertirse en Black Sabbath. Estuvieron en contacto y trabajaron con prácticamente todos los grandes grupos que más tardes se convertirían en leyendas, pero la historia de Bakerloo fue mucho más breve y se circunscribe a un único disco que, a pesar de no haber vendido más que unas pocas miles de copias en su momento, el tiempo ha puesto en el sitio que le corresponde.
«Big Bear Ffolly» abre el álbum mostrando que la banda estaba al tanto de lo que se cocía en el mundo de jazz, aunque no es la única. «Gang Gang» profundiza en el género con una intensa guitarra rock y el enorme trabajo de batería, y «Driving Bachwards» mezcla el jazz con el bagaje clásico de Clempson, que usa y varía a su antojo una composición de Bach. «Last Blues» y la versión de «Bring It On Home», original de Willie Dixon, son su pago a la deuda que tenían contraída con el blues desde sus inicios, pero donde alcanzan el punto álgido blues es con «This Worried Feeling». «Son Of Moonshine», con casi quince minutos de duración, era el tema que solían tocar al final de sus actuaciones, porque era el más dado a alargar con improvisaciones.
Lo más llamativo es que esta versión de estudio fue grabada ¡en una sola toma! Bakerloo mostraron sobradamente en este trabajo su solvencia como compositores y músicos, pero la suerte no les acompañó, al igual que a tantos otros, aunque no estaban muy lejos de los grandes del blues-rock inglés de la época. Especialmente si tenemos en cuenta todos ellos contaban con apenas veinte años cuando grabaron el disco.