En la liga de documentales musicales como …œSearching for Sugar Man…, que con la música como excusa cuenta una apasionante historia desconocida por la mayoría del público, juega …œA band called Death…. No es que Death sean un gran grupo y tampoco es que su música haya trascendido demasiado después del documental (al menos en nuestro país) pero la peculiar historia de un grupo formado por tres hermanos negros, los Hackney, que en los 70 estaban haciendo algo tan primitivo por aquel entonces como era el punk sin duda merecía ser contada. A ello se dedican los primerizos en esto de la dirección Mark Christopher Covino y Jeff Howlett que, con la ayuda de los testimonios de Dennis y Bobby, los dos hermanos que continúan vivos a día de hoy, cuentan cronológicamente la historia de Death, desde los primerizos ensayos en la casa familiar hasta el sorprendente y emotivo final que les depara a estos dos bonachones padres de familia.
Una historia en la que se queda por el camino David, auténtica mente creativa del grupo que, como mandan los cánones de la música, siempre anduvo entre problemas personales y una tormentosa vida que no le impidió confiar hasta el día de su muerte en las pocas canciones que hasta el momento pudieron grabar el trio de hermanos. Si nos ponemos en situación, no es difícil pensar que llamar a tu grupo Death y hacer punk en los años 70 afincados en una Detroit que solo tenía ojos para la escena Motown no podía ser un camino de rosas. Tan poco lo fue que, tras constantes pisotones, los caminos musicales de los Hackney terminaron por separarse y, mientras David publicaba algún tema en solitario bajo el pseudónimo de Rough Francis, Dennis y Bobby buscaron el éxito en el Reggae, una música mucho más simpática y accesible e incluso más acorde con la pinta que gastaban los hermanos por la época. Una separación musical que no impidió que la conexión familiar siguiera siendo muy fuerte hasta la muerte de David, a quien tanto sus hermanos como sus sobrinos recuerdan con lágrimas en los ojos y terminan rindiendo tributo de la única manera que saben hacerlo.
Una historia en la que se queda por el camino David, auténtica mente creativa del grupo que, como mandan los cánones de la música, siempre anduvo entre problemas personales y una tormentosa vida que no le impidió confiar hasta el día de su muerte en las pocas canciones que hasta el momento pudieron grabar el trio de hermanos. Si nos ponemos en situación, no es difícil pensar que llamar a tu grupo Death y hacer punk en los años 70 afincados en una Detroit que solo tenía ojos para la escena Motown no podía ser un camino de rosas. Tan poco lo fue que, tras constantes pisotones, los caminos musicales de los Hackney terminaron por separarse y, mientras David publicaba algún tema en solitario bajo el pseudónimo de Rough Francis, Dennis y Bobby buscaron el éxito en el Reggae, una música mucho más simpática y accesible e incluso más acorde con la pinta que gastaban los hermanos por la época. Una separación musical que no impidió que la conexión familiar siguiera siendo muy fuerte hasta la muerte de David, a quien tanto sus hermanos como sus sobrinos recuerdan con lágrimas en los ojos y terminan rindiendo tributo de la única manera que saben hacerlo.
Y para terminar de rematar la bonita historia que …œA band called Death… nos cuenta pasan por escena personajes tan importantes en la historia del punk y el rock como Henry Rollins, Alice Cooper, Jello Biafra, Kid Rock o Mickey Leigh para hablar maravillas del grupo. No es de extrañar teniendo en cuenta que, antes de que grupos como Sex Pistols o los Ramones pusieran un sonido y una actitud en el mapa, Death ya estaban intentando hacer lo propio.
2 thoughts on “Desde el sofá… A band called Death (2013)”
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Parece que a la banda le ha gustado el artÃculo, cuantos likes!
Parece que a la banda le ha gustado el artÃculo, cuantos likes!