Chick Quest – Vs. Galore (2015)

Muchas son las propuestas que nos llegan a la cuenta de correo de SubNoise y, si los medios y el tiempo libre lo permiten, les intentamos dedicar toda nuestra atención. Pero pocas veces nos llegan planteamientos que nos gustan tanto como los que esboza el álbum de debut de Chick Quest.

La historia del trío vienés se remonta a enero del año pasado, cuando el curtido estadounidense Ryan White y la novel Iris Rauh, tras unas cuantas copas de más, decidieron lanzarse al vacío y montar un grupo con influencias de post punk bailable y spaguetti western (originalmente se llamaron Lee Van Cleef). Seis meses más tarde se les uniría la bajista Magdalena Kraev y llegaba el momento de ver cómo funcionaban esos temas en directo, con la ayuda del trompetista Norbert Windpassinger.

«Vs. Galore», que saldrá a la venta a través de su bandcamp el 20 de abril y al que ya hemos tenido acceso, nos ha sorprendido gratamente. Se trata de un disco sencillo pero lleno de adictivas melodías, sinuosas líneas de bajo y esas trompetas que le dan el prometido aire del género cinematográfico. Pero no son solo esas las únicas herencias que les descubrimos, también nos recuerdan a grupos ultrabailables como The Rapture, al indie rock más granuja de Art Brut en temas como «I’m tired of pretty girls», al surf y al punk de The Cramps. Chick Quest tienen una fórmula y la explotan, quizás demasiado, pero es que es una endiabladamente buena fórmula. En vistas a un segundo trabajo deberían seguir explorando los territorios musicales adyacentes como buenos cowboys indomables que son y, sobre todo, editar esa versión del …œLucifer Sam… de Pink Floyd que tienen guardada en la recámara de su revólver.