Ohios – Faceless (2014)

Muchos treintañeros con cierto desencanto vital ante lo que tenemos delante de nuestras narices solemos pensar que las generaciones más jóvenes están en la parra, no se enteran de nada y escuchan música de mierda. No diré que no hay algo de cierto en esa impresión, aunque imagino que lo mismito pensarían la gente que me saca unos años cuando yo era un pipiolo veinteañero. Por suerte, siempre hay chavalería que además de saber a dónde va, sabe de dónde viene, como es el caso de los catalanes Ohios, nuevo fichaje de Famèlic (L…™Hereu Escampa, Univers…¦), cuarteto enamorado del rock más ruidoso que tanto ruido, valga la redundancia, hizo en la década de los 90. Qué tiempos aquellos y qué manera más zafia de fagocitar aquel instante tan bonito tuvo la industria cultural y musical, siempre más pendiente de ganar dinero que de promover lo artístico y diferente.

…œFaceless…, el primer LP de Ohios, además de tener una querencia bastante clara por el sonido y la actitud de bandas como Jawbox, Sonic Youth o Aina, muestra una innata capacidad para remozar aquel sonido de una manera bastante particular y personal, cosa nada fácil teniendo en cuenta la juventud de sus miembros. Amantes del hardcore más gritón, del rock más noisero, de las progresiones instrumentales y de las letras a medio camino entre lo cotidiano y lo desesperado (los jóvenes, como los ricos, también lloran), Ohios han sorprendido a propios y extraños con un disco debut que sobresale de la media por su concisión y su brillante manera de revitalizar un sonido de otro tiempo.