«2023» (1975) es su segundo trabajo y, aunque ya probó el éxito con el anterior, lo cierto es que fue este el que le dio mayor renombre y uno de los que más se recuerdan aún hoy en día. La temática futurista, muy acorde con la tónica general de aquellos años, domina un disco plagado de melodías e instrumentos tradicionales turcos, pero también de rock progresivo, psicodelia, electrónica y hasta un exceso de aires new age en la inclusión de sonidos de pájaros. Pues sí, un auténtico caos de sonidos y géneros que sin lógica alguna suena tremendamente natural en el enfoque del señor Manço.
Aunque «Acih Da Baga Vir» comienza aún con ciertos tonos occidentales y una estructura clásica, a partir de «Kayalarin Oglu» nos enfrascamos ya en otros caminos, mucho más psicodélicos, y claramente futuristas en «2023». Hacia la mitad tenemos los momentos más pausados con «Yol Verin Agalar Beyler», «Uzun Ince Bir Yoldayim» y «Yine Yol Gorundu Gurbete», entre las que destaca especialmente la primera de ellas con uno de los estribillos mejor conseguidos de todo el álbum y una instrumentación cercana a ciertas formas musicales balcánicas. Pero el plato fuerte lo pone «Baykoca Destani» que, dividida en cinco partes y a lo largo de doce minutos, posee algunas de las melodías más inspiradas de Manço. De vuelta a los Balcanes tenemos la breve «Tavuklara Kissst De» y «Kol Basti» pone el punto y final con un medio tiempo cargado de magnetismo.
Barış Manço fue un músico entregado y prolífico, con una gran cantidad de trabajos, proyectos y colaboraciones en su haber, por lo que adentrarse en su obra puede ser complicado y laberíntico. Sus primeros años fueron fructíferos, con algunos álbumes de gran interés, pero sin duda una de sus obras más interesantes sigue siendo este «2023». Y la mejor forma también de comenzar a descubrir la enorme y apabullante cultural musical turca.
Texto: Juan Manuel Vilches
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