Bad Religion – True North (2013)

Una de las cosas que más me gustaría en el mundo es mirar por un agujerito qué ha sido de la vida del tolay que, en un lejano Doctor Music Festival (creo que del año 96), subió al escenario en plena actuación de Bad Religion para increpar con muy poca gracia a Greg Graffin, impertérrito cantante de la banda californiana desde sus inicios. Seguramente ese chaval, que acusaba a Graffin de …œgordo, calvo y vendido…, haya tenido que buscarse la vida como buenamente ha podido, y seguramente se ha dado cuenta -espero, por su bien- que aquí todos somos unas putas que nos vendemos por míseros cuatro duros, y que la integridad (ese santo grial del rock, y en especial del punk rock), no se mide en ventas, ni contratos, sino en actitudes y hechos. Y de eso, Bad Religion van sobrados. Chúpate esa, niñato tocapelotas del Doctor Music Festival.

Más de 25 años de carrera -más años que muchos de sus fans, cierto es- que, según indican muchos medios, están a punto de terminar con este …œTrue north…. Cosa que, viendo el estupendísimo resultado del LP, me hace pensar que con Bad Religion me pasa justo lo contrario que con Los Simpsons. Mientras que los californianos demuestran, quizá con la insistencia y el esfuerzo del que sabe que no hará más discos, que todavía tienen cuerda (y buenas canciones) para rato, los personajes amarillos de cuatro dedos siguen arrastrándose temporada tras temporada, estropeando el mito y, sobretodo, infantilizando una serie que fue de lo mejor que había visto en la vida. En fin, que eso no pasa con …œTrue North…, no. Mucho se ha dicho que este álbum es …œuna vuelta a los inicios… del sexteto, y razón no les falta, tras su anterior …œThe dissent of man…, donde, almenos por momentos, intentaban seguir el rebufo de bandas como The Gaslight Anthem (qué aburrido es …œHandwritten…, aprovecho para decir), en su nuevo trabajo se dejan de intentos de sonar …œadultos…, …œevolucionados…, y …œmodernos…, para ir a barraca desde la inicial …œTrue north…. Y la jugada les ha salido la mar de redonda. Coño, tampoco me han hecho revivir los tiempos de …œSuffer… o …œNo Control… (mejor, en esa época era un imbécil todavía más grande del que soy ahora), pero desde luego que me han hecho disfrutar con un disco de punk rock como hacía tiempo no lo hacía.

Certeras y cantables melodías, velocidad, ácidas letras (maestro Graffin, gracias por todo), clásicos coros a diestro y siniestro, himnos subterráneos, honestidad…¦ Bad Religion han vuelto, tras bastante tiempo, a dar en el clavo. ¿Por última vez?