Otep – House of secrets

Canciones:

01. Requiem
02. Warhead
03. Buried Alive
04. Sepsis
05. House of Secrets
06. Hooks and Splinters
07. Gutter
08. Autopsy Song
09. Suicide Trees
10. Nein
11. Self-Made
12. Shattered Pieces

Crítica:

La sin par Otep Shamaya nos presenta su segundo disco «House of secrets», un álbum lleno de oscuridad, tralla y brutalidad por los cuatro costados… La única referencia que tenía del grupo es que eran una mezcla de Slipknot, Korn y Slayer, y desde luego por lo escuchado aquí bastante de cierto hay (hace unos días baje su anterior disco «Sevas Tra» el cual aun he de escuchar a fondo).

Sin referencias de su anterior trabajo, me lo puse y llegué a la conclusión de que es un disco sin florituras: directo, crudo, va a lo que se propone, algo que es de agradecer en los tiempos que corren, en el que muchos grupos se empeñan en recargar la música y hacer paredes sonoras y piruetas… Lo cual no quiere decir que sea un disco de fácil escucha y en esa contradicción radica la gracia del disco. Las canciones suelen seguir un patrón parecido: reposadas al principio y rabiosas al final, lo cual puede suponer un punto de monotonía para las orejas del oyente más exigente (yo no soy de esos XDDD), aunque canciones como «Warhead» van directas al grano y son tralleras de arriba a abajo.

La voz de Otep es impresionante y oscila del susurro sugerente a la rabia desatada, del gemido lastimero al odio extremo, representando al demonio en un panorama lleno de «ángeles» (Annekke, Cristina, Sharon, Liv…). El resto de la banda no desentona para nada, contribuyendo a aportar su granito de arena a esa atmósfera opresiva y caótica que pretende el disco. Además la mayoría son canciones cortas (vaya, que no llegan a los 5 minutos) y suelen tener cambios, con lo cual no se hacen pesadas de escuchar.

Pero como todo disco que se precie, éste también tiene sus puntos débiles, solo uno o 2 pero son especialmente sangrantes: los interludios en los que Otep recita (entre canción y canción o al principio de algunas) acaban convirtiéndose en tediosos y rompen el ritmo de la escucha, además de ahondar demasiado en la siniestralidad del disco… en definitiva, que sobran. El otro punto es la canción «Suicide Trees»: el final es muy bueno pero para llegar hasta él uno se ha de tragar los 6 minutos de «paja» que mete Otep, con lo cual recomiendo que al llegar a esa canción se rebobine el CD hasta el minuto 6 y pico… Si esta canción durara 4 minutos (o 3,5) sería buena buena…

Terminando, que es un disco muy correcto y una dignísima continuación de su anterior «Sevas Tra», del cual haré la review en cuanto lo acabe de escuchar (me han dicho que es mucho mejor que este).

Puntuación: 4/5
Slowhand