Cave – Neverendless (2011)

Cave son un cuarteto de Chicago, amantes del rock más tranceroso, progresivo y narcótico. Así que, como comprenderéis, me han llegado al tuétano con su reciente LP …œNeverendless…, editado en uno de los sellos con más solera del underground yanqui, Drag City, disquera por donde han pasado desde Stereolab a Pavement pasando por Ty Segall.

Tras haber publicado en labels como Permanent o Important Records, Cave sacaron a la luz hace unos meses este …œNeverendless…, nuevo punto de encuentro del rock más psicodélico, escapista y lisérgico. Álbum que apenas contiene 5 canciones (pero algunas de hasta 14 minutos como la mastodóntica y repetitiva hasta decir valium …œThis is the best…), y donde Cave muestran su gusto por el rock más cercano a los sonidos kraut, motóricos e hipnóticos. Patrones que se van repitiendo ad eternum, envolviendo al oyente en una especie de trance del cual es difícil escapar, sobretodo si has fumado algo rico y sabroso durante la escucha del disco. Pero Cave no son sólo la repetición y la hipnosis groove porque sí, pues, además de machacarnos la cabeza con sus tóxicos beats, sus teclados, estratosféricos y atrapantes, sus guitarras, crudas y ardientes, y sus líneas de bajo, por momentos incluso bailables (claro ejemplo de ello es …œAdam Roberts…), les hacen destacar brillantemente por encima de muchas otras bandas que están practicando esta suerte de rock chamánico desde hace unos cuantos años.