The Hangmen – East of Western (2012)

Mira que llega a ser cabezón Bryan Small, líder (y único miembro estable desde la creación de la banda, en el lejano 1989) de los Hangmen. Se ha de ser muy terco para seguir publicando trabajos viendo la prácticamente nula repercusión mediática que tiene el cuarteto, siempre a la sombra de mierdakas que no le llegan ni a la suela de los zapatos al cowboy punk de los de Los Angeles. Pero, como dijo el porreta, …œel fútbol es as텝, y si, tras los años atrapado en la heroína que pasó el hombre pegado a su gorra (en casi ninguna foto le he visto sin su inseparable gorrica), tuvo la energía y las ganas de devolver a la vida su proyecto musical, imagino que le importa bien poco que a sus conciertos no vayan miles de personas. Vamos, que ni cientos van (os lo aseguro, aunque también os aseguro que es una de las mejores bandas en directo si hablamos de ruacanrol). Pero ahí siguen los Hangmen, erre que erre, dándonos alegrías a los amantes del rock más street fighting y andergraun.

Y aunque no me haya dado casi ni cuenta, han pasado prácticamente 5 años desde el último trabajo editado por The Hangmen, el EP …œIn the city… que les produjo el engreído Mike Ness, bajando un poco el prolífico ritmo de publicaciones que los angelinos llevaban desde su renacimiento en 2000. Y sí, escuchar un nuevo disco de los Hangmen es como ver una peli porno. Sabes perfectamente qué y cómo va a pasar, pero oigan, también sabes que un buen ratejo te lo vas a echar. Trallazos de boogie punk rock de chillona voz (…œHomesick blues…, …œGraverobbers…), medios tiempos potentes y llenos de groove roquista (…œI…™m your man…, …œDrink smoke…), rollete sureño (…œBetrayed…) y baladas de perdedor bluesero de esas que tanto me gustan, como buen loser que soy (…œHaunted…, …œHad a girl…).

Vamos, que si te gustaban The Hangmen -que deberían- te encantará este …œEast of western…, pues los de Bryan Small siguen a lo suyo (a pesar de la entrada del ex Supersuckers Rontrose Heathman a la guitarra solista, aunque era de esperar, no es que los supermamones sean el colmo de la vanguardia musical), facturando una colección de canciones especialmente indicadas para darle al whisky, llenar el cenicero de tachas, y acordarte de esa chica morena que ya ni te contesta las llamadas.