Desempolvando… «Picture Of A Thousand Faces» de Eric Gales Band

No debe ser fácil ser músico en Memphis, una ciudad que tiene una historia y una cultura blues y rock enorme. Pero allí nació Eric Gales en los setenta, un guitarrista más que interesante que grabó uno de los discos más flagrantemente olvidados de los primeros noventa. Hoy le damos aquí el espacio que merece.

Gales es zurdo, pero aprendió a tocar con una guitarra para diestros en la que las cuerdas están colocadas en el sentido contrario. Su abuelo, Dempsey Garrett Sr., ya tocaba la guitarra de esta forma y no pareció irle mal, porque compartió escenario con gente como Muddy Waters o Howlin…™ Wolf…¦ Este hecho ayudó a que las comparaciones con Jimi Hendrix fueran continuas casi desde su infancia. Una moda esa, la de comparar nuevos guitarristas con los clásicos, que durante los noventa fue especialmente habitual y que, seguramente, lastró más de una prometedora carrera, incluida la del propio Eric.

A finales de 1990 consigue un contrato con Elektra para Eric Gales Band, un trío compuesto por el propio Eric, su hermano Eugene y Hubert Crawford Jr. y editaban su primer trabajo al año siguiente, cuando Gales tenía tan sólo 17 años. Un disco realmente interesante, en el que ya demostraban todo su potencial y que tenía grandes temas como «No One Else», «Sign Of The Storm» o «Piece Of My Soul». Pero la gran obra saldría un par de años más tarde, en 1993: «Picture Of A Thousand Faces». Aquel enorme trabajo fue catalogado como hard rock con grandes dosis de blues. Aunque esa puede ser la definición genérica y lo que encontramos en temas como «Paralized» o «Guilty Of The Innocence», lo cierto es que traía mucho más que eso. Las voces de Gales y su hermano aportaban un punto casi gospel que conseguía imprimirles un toque distintivo. La acústica «Take A Look (Deep Inside Of You)», a la que precede un magnífico interludio de cuarenta segundos, es una buena muestra de la importancia y peso que aportaban las gargantas de los hermanos Gales.

Aquel álbum tuvo cierta repercusión sobre todo gracias a la balada «Angel Of The Night», que tiene un magnífico arpegio sobre el que sustenta toda la primera parte de la canción. En la misma línea está «God Only Knows», con uno de esos finales desbordantes llenos de solos. Pero, sin duda, el tema que condensa todo lo que el trío era capaz de hacer es «Temple Of Deliverance». Un riff de inicio simple pero enormemente efectivo, un cierto toque casi funk en las estrofas y un puente muy bien construido que da paso a uno de los estribillos más potentes y pegadizos de toda su carrera.

Quizá por consejo de Elektra en este trabajo la banda cuenta con la colaboración de Jack Ponti (un tipo que ha escrito canciones para gente como Bon Jovi, Alice Cooper o Joe Lynn Turner, entre otros) en la composición de un par de temas (la que da título al álbum y «Bang That Hell») que comparten un sonido mucho más típico del hard rock de la época que el resto del disco. «Picture Of A Thousand Faces» tenía además una excelente versión del tema de los Beatles «I Want You (She´s So Heavy)». Muy apegada a la original, su gran éxito fue conseguir mantener el ambiente que Lennon y McCartney consiguieron crear en aquella grabación y Gales añade un final mucho más guitarrero y distorsionado que no desluce para nada la composición. Un detalle de buen gusto que completa elegantemente un disco que no llegó en el momento más adecuado.