Pulled Apart by Horses – Tough Love (2012)

A veces me doy cuenta de lo afortunado que soy siendo un empanado perenne, pues de todo el hype, o el buzz (o como queráis llamarlo, eso sí, siempre usando palabras anglosajonas) que provocaron los ingleses Pulled apart by horses con su primer álbum, aquí el menda ni se enteró. Vamos, sí sé que algo de exposición mediática tuvieron con su primer trabajo, porque sino de qué iba a conocerlos yo. No os voy a engañar, tampoco soy tan listo. Y si en su primer álbum ya apuntaban maneras a la hora de facturar hardcore gritón y abrasivo (que podría haber sido simplemente un golpe de suerte, y más viniendo de donde vienen, de la tierra de …œtenemos nuevo grupo y es lo mejor que le ha pasado al rock en años…), en su reválida el cuarteto de Leeds ha demostrado sobradamente que lo suyo no fue flor de un día, ni flor en el culo, ni una maniobra publicitaria bien estudiada. Lo de Pulled apart by horses, una vez escuchado su segundo trabajo, …œTough love…, ya podemos decir sin miedo a equivocarnos que es para tenerlo muy en cuenta.

Si su primer LP estaba plagado de singles radiables (si en la radio pusieran esta música, claro), …œTough love… parece estar más destinado a ser escuchado como un conjunto, aquí no hay ningún hit instantáneo de esos que te hagan mover las orejitas cual perrete ni decir, …œme lo compro hoy mismo en el Carrefour…. Y sí, es posible que sus pintillas de tíos guachis echen para atrás a más de uno (básicamente, a talibanes del guitarreo que preferirían que sus grupos favoritos fueran más feos y cutres que enviar a la agüela a por droga), pero de donde no hay no hay, por muy pintas que seas, y desde luego que Pulled apart by horses van mucho más allá de ser unos niños bonitos. Riffs asesinos, breakdowns que quitan er sentío, bases rítmicas arrolladoras, letras tirando a malas pero cachondas (quizá el sentido del humor, además de sus buenas y concisas canciones los diferencian del resto de competidores dentro del jarcor europeo), líneas de bajo memorables, punteos de guitarra afilados cual cuchillo Ginsu y, en definitiva, una colección de temas ideal para quemar contenedores, escupir a los urbanos, tirar piedras a los bancos, sudar como un cochino y patear culos sin piedad.