Klaxons – Surfing The Void (2010)

Estos cuatro freakazos se conocieron hace cinco años y compartieron piso en Londres donde sus inquietudes se fusionaron para dar forma a Klaxons (Not Centaurs), nombre extraído del «Manifeste du futurisme» de Filippo Tommaso Marinetti. Tras la marcha del antiguo batería a Hatcham Social, y con la llegada de Steffan Halperin, se acortaron el nombre a Klaxons.

En 2006 dieron el pelotazo con el single «Atlantis to Interzone» para un sello independiente, y tras llamar la atención de medios como la NME consiguieron fichar por Polydor Records con la condición de que pudieran editar a través de su propio sello Rinse Records. Con tan solo un disco bajo el brazo, se colaron en los festivales de Reading y Leeds ante un publico cargado de barritas luminosas. Un iluminado precisamente los bautizó con la etiqueta de «New Rave», HMV sin ir más lejos los describió como «acid-rave sci-fi punk-funk» a pesar de que las bases del grupo son rockeras. En 2007 editaron su álbum de debut, «Myths of the Near Future», que llegó al número 2 de las listas inglesas, y durante 2008 siguieron cosechando premios a doquier (por encima grupos que vendían millones de copias).

A partir de ahí se pusieron a componer lo que sería «Surfing The Void», pero las primeras muestras fueron rechazadas por Polydor por ser un dico demasiado denso y progresivo, alejándose de la fórmula que les había llevado al éxito. Una cosa parecida a lo que decidieron hacer MGMT con su último trabajo. ¿Como hubiera sido el disco ideado originalmente por el grupo? ¿Deben tener los músicos una libertad creativa total o necesitan a alguien que los guíe? MGMT ha recibido buenas críticas, pero yo lo encuentro soporífero y, en cambio «Surfing The Void», un disco excelente. Mejor no entrar en el debate en estos momentos…

La cuestión es que finalmente encontraron a un hombre disciplinado y al mismo tiempo capaz conventir en oro todo (o casi todo lo que toca), Ross Robinson, que ha exprimido al grupo hasta conseguir fusionar los ritmos alocados de su disco de debut con las guitarras efectivas marca de la casa, girando al mismo tiempo alrededor del eje filosófico y ficticio con el que tanto disfruta el grupo. Un trabajo lleno de referencias futuristas y astronómicas cual disco de Exxasens, que consigue apartarse de lo hecho anteriormente, dejando unas cuantas referencias para los estrechos de miras, y donde temas irresistibles como «Echoes» o «Flashover» consiguen hacerte mover algo más que el pie cuando lo escuchas. Rock de otros mundos, bailable, directo y original para el nuevo milenio.