Cradle of filth – Vempire or dark fairy tales in Phallustein

Canciones:

1. Ebony dressed for sunset
2. The forest whispers my name
3. Queen of winter, throned
4. Nocturnal supremacy
5. She mourns a lengthening shadow
6. The rape and ruin of angels (hosana in extremis)

Crítica:

Cradle of filth, o el eterno debate del black metal. ¿Vendidos? ¿Comerciales? ¿Black para pijos? No, no y no. Al menos esas son mis 3 respuestas y lo que le espetaría a la cara a cualquier pureta del género y más con este pedazo de disco que el sin par Danny Filth se saco de la chistera allá por el 96 … técnicamente no es un disco, sino un EP, puesto que la canción «The forest whispers my name» ya aparece en su primer larga duración «The principle of evil made flesh».

Pero pasemos a la acción: «Ebony dressed for sunset» es el mejor comienzo posible para un disco de black, sonidos inquietantes, berrido de Danny y batería frenética con pasaje femenino al final (honor que recae en la vampiresa Sarah Jezebel Deva, a la que Danny puso los cuernos con Liv Kristin en el ultimo disco «Nymphetamine») que introduce al himno del grupo: «The forest whispers my name» es como el «Seek and destroy» de Metallica, el «Number of the beast» de Iron Maiden o el «Electric Eye» de Judas Priest, es una canción mágica, erótica y tenebrosa al mismo tiempo, acelerada … el comienzo es impagable y el final todavía más.

Llegamos a la primera canción larga: «Queen of winter throned» empieza con unos teclados que acompañan la mítica frase de Drácula («listen to them, the children of the night, what sweet music they make …») para dar paso a un esquizofrénico ritmo de batería, sobre el cual cabalgan los múltiples registros vocales de Danny Filth (odiados por muchos, alabados por otros tantos) que tan pronto berrea como gime como relata. La canción tiene varios pasajes, que es lo que hace q no se convierta en pesada (dura más de 10 minutos), se ralentiza y se acelera alternativamente hasta llegar a un final apoteósico. Y ahora viene la niña de mis ojos: «Nocturnal supremacy». Cradle jamás de los jamás de los jamases volverá a hacer una canción como esta, esta canción por si sola ya levanta todo el disco, no deja el menor respiro, los teclados se funden con la guitarra y la batería y los berridos hasta formar un ente único, que taladra tus oídos y te eleva hasta el infinito y más allá, la voz femenina es mas erótica que nunca y le da a la canción una atmósfera gótica y excitante… unos segundos de tranquilidad y vuelve a la carga con un minuto trepidante en el que hay hasta… un solo de guitarra!!! Este solo junto a la batería q lo acompaña ya hace q el disco se vaya al 9.

Reposamos un poco con el interludio instrumental «She mourns a lenghtening shadow», marca de la casa del grupo: Inquietante, barroco, romántico… y breve (2 veces bueno) y finalizamos con «The rape and ruin of angels: A quien no le guste el grupo si que vera esta canción como una violación sobretodo al principio, donde parece que el grupo no tenga ni pies ni cabeza, Danny berreando como si le sacaran las tripas y el batería poseído por el mismísimo diablo… menos mal que luego la cosa se tranquiliza un poco (examinar el concepto «tranquilidad» para Cradle Of Filth) y el tema se rige por los parámetros clásicos del grupo: Teclados solos en plan acompañamiento (en otros discos posteriores ya abusan de él, lo que hace que los discos sean de menor calidad), cambios de ritmo, múltiples registros vocales de Danny, batería inhumana, riffs endiablados… un decadente final, en el cual se aprecia claramente porque la canción se llama así, despide esta obra maestra del genero.

Conclusiones: pues la verdad, no muchas… he intentado ser objetivo pero con discos así es imposible, es como si se te presenta Angelina Jolie en pelotas y no se te pone dura… este disco es la obra cumbre de Cradle Of Filth y jamás la superaran, en mi opinión, es la perfecta unión entre teclados y guitarreo, ni mucho ni poco, todo en su punto, trallero, cañero, gótico, barroco, erótico…

Bueno, intentaré mantener un poco de objetividad: no le pondré un 10 (los primeros minutos de la ultima canción pesan) ¡¡¡¡¡pero un 9,999999 no se lo quita ni Dios!!!!!

Puntuación: 5/5
Slowhand