Årabrot – Of Darkness and Light (2023)

La Djura Missionshus, una antigua iglesia en la inhóspita Suecia rural, es el centro de operaciones y hogar del matrimonio formado por Kjetil Nernes y Karin Park. El ambiente ideal para gestar obras de post rock primigenio y folk pagano como las que la banda ha venido facturando en los últimos 20 años. Decía el galés Lustmord que estos noruegos eran «too black for metal and too avant-garde for punk», así que decidieron forjar su propio camino. Sabiendo de mi debilidad por el «American Gothic» y que su anterior álbum se llamaba «Norwegian Gothic», nuestros caminos estaban destinados a cruzarse.

Quien también se cruzó en su camino fue Alain Johannes, una rara avis dentro del panorama musical, humilde y afable para una persona con su currículum. El chileno convivió con ellos una temporada mientras producía este trabajo y su influencia radiante se deja oír en el disco. Sin ser yo un gran conocedor de la carrera de Årabrot, me atrevo a decir que este es una de las obras más asequibles de su discografía. Con David Eugene Edwards perdido en su propio mundo, los noruegos nos retrotraen al misticismo de Wovenhand y le ponen una nota de color. Romper con las barreras impuestas y la autosuperación eran algunas de las ideas que Nietzsche apuntaba en «Así habló Zaratustra», obra de la que sale el título «Of Darkness and Light».

Kjetil y su media naranja Karin, con sus omnipresentes trajes de época blancos con los que se casaron, se muestran más polifacéticos y hetereogeneos que nunca. «We Want Blood» es puro terror sectario, «Horrors of the Past» es lúgubremente pop, «Madness» juega con la electrónica más hipnótica, la ochentera «Cathedral light» la podría haber escrito Gary Numan o Jaz Coleman y «You cast long shadows» curiosamente se compuso para Sebastian Bach pero por suerte fue rechazada y ahora es de mis favoritas del disco.

En definitiva, un disco lleno de luces y sombras, ideal para estas fechas cercanas a la noche de brujas.