Hablando de mi experiencia personal, ha sido un año muy diferente éste que hemos dejado atrás… ¿Quien me hubiera dicho años atrás que serían los grupos españoles los que me han dado más alegrías a lo largo del año? Quisiera pensar que algo se está removiendo en las bases musicales de este país, y que los grupos están perdiendo su vergüenza y comenzando a creérselo.
El año empezaba inmejorable… Icebend lanzaban por fin su primer disco pero por desgracia pasaban a engrosar la lista de grandes grupos sin sello, y Lek Mun superaban con creces las expectativas creadas con su EP haciendo «olvidar» a su antiguo grupo. También fue el año del fugaz retorno de uno de los grupos más brillantes del panorama nacional, Psilicon Flesh, con nuevo tema y minigira incluidos. El post rock llegó a nuestros locales de ensayo con más afluencia de lo habitual, y un par de grupos: Jardín de la Croix y Exxasens, que en mi opinión se desmarcaron del resto de compañeros de escuela editando sendos discos que no tienen nada que envidiar a lo que se hace fuera. Antigua y Barbuda firmaron un barroco debut sin caer en el ruidismo y Nudozurdo se sacaron de la manga un disco redondo y oscuro (en los significados menos habituales).
En el ámbito internacional, Vampire Weekend lograban a partir de la sencillez lo más complicado, estar en boca de todos y dejarnos queriendo saber más de ellos cuanto antes. Maybeshewill recogían el testigo de 65daysofstatic y daban una nueva vuelta de tuerca al postrock. Descubrimos a los noruegos Animal Alpha al mismo tiempo que el Azkena Rock Festival. Portishead editaron nuevo disco después de una eternidad, un excelente disco, pero que en mi opinión Tricky se merendó con su «Knowle West Boy» sin tanta expectativa creada. Man Man nos devolvieron la locura que inició Frank Zappa y continuó Mr Bungle, y Trent Reznor hizo su lucha contra las discográficas a la japonesa, superproduciendo discos (perdiendo calidad por el camino). Eso sí, gratis y dejando una de las mejores campañas de marketing viral vistas nunca. Y como no hablar del disco más esperado de las dos últimas décadas, «Chinese Democracy» de Guns n’ Roses, que como la Sagrada Familia se ha tomado su tiempo y a pesar de estar sobrecargado de detalles sigue siendo un placer para los sentidos.
En cuanto a los conciertos a los que he asistido no ha sido un año muy prolífico, pero al menos la reaparición de Portishead me ha quitado la espina que tenía clavada desde hace años. Uno más tachado de la lista de mis grupos preferidos que no había visto nunca, y uno que no esperaba ver nunca y que me sorprendió gratamente como fue el de Sex Pistols. Hay que destacar también el nacimiento del Electric Weekend y la ascensión de Last Tour International a la élite rockera de festivales en detrimento del Festimad, lucha encarnizada y sobredosis de festivales que ya ha empezado a cobrarse víctimas (y sino que le pregunten al Summercase). Y dos fiascos: el del Rock in Rio, a lo mejor no en lo económico pero sí por lo alejado de nuestras expectativas, y el batacazo histórico del Doctor Loft, el festival que empieza donde acaban los otros… Que pasa a ser el festival que acaba cuando los otros siguen.
1 thoughts on “Lo mejor del 2008… Según Subpop”
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
JardÃn de la Croix, post rock? lo que hay que leer.