Primitive Race – Soul Pretender (2017)

Estamos todavía en estado de shock desde que el pasado viernes, ya de madrugada, nos enteráramos del fallecimiento de Chuck Mosley. Sobre todo cuando ya teníamos pensado hablaros de este disco de Primitive Race, que podía suponer el regreso a la primera división musical del cantante original de Faith No More.

A Primitive Race ya los seguíamos desde hace un tiempo, cuando Chris Kniker anunció que iba a crear un supergrupo con gente como Tommy Victor (Prong, Ministry), Dave Ogilvie (Skinny Puppy), Graham Crabb (Pop will Eat Itself) y muchas otras viejas glorias de la mal llamada escena industrial. El hype estaba servido, pero la suma de sus talentos no resultó ser superior a ninguno de sus respectivos trabajos y, aunque su debut no era malo, ni de lejos fue la obra maestra que uno podía esperar.

Con las expectativas puestas ya en su sitio, este «Soul pretender», ha sido una grata sorpresa. Se mantienen Chris Kniker junto a Mark Gemini Thwaite (Peter Murphy) y Erie Loch, a los que esta vez se unirían Chuck Mosley y Dale Crover (Melvins). Estos dos últimos llevan al resto al terreno donde se sienten más cómodos, abandonando las referencias industriales para crear un trabajo impoluto de rock alternativo metalizado. Un colectivo donde, esta vez, todos brillan con luz propia. Dale Crover, desatado a la batería, sentando las bases para una plétora de riffs adictivos y solos de vértigo como en «Cry out», «Take it all» o «Cranial matter». Pero especialmente por Chuck, con su clásica voz arrastrada y perezosa, pero en un estado de gracia que ya no podremos disfrutar nunca más. Su canto del cisne no podía haber sido más dramático.