Monster Magnet y Skid Row en Barcelona

Monster MagnetCrónicas de los conciertos de Monster Magnet + Gluecifer + The Quill (Razzmatazz 2) y Skid Row + Uzzhuaïa (Sala Bikini) en Barcelona los días 5 y 6 de abril de 2004.
 
Ha sido un buen comienzo de Semana Santa, al menos en lo que al rock se refiere. El lunes pudimos asistir a las procesiones de Monster Magnet, Gluecifer y The Quill, y el martes a las de Skid Row y Uzzhuaïa. Ya sabemos que el rock siempre ha estado muy relacionado con la religión (sobretodo con el diablo, para que nos vamos a engañar) y este par de conciertos no han sido menos por la cantidad de cuernos en alza que se han visto.

 

 

Los suecos The Quill abrieron el caluroso concierto del lunes en la Razzmatazz 2 presentando los temas de su «Hooray! It’s a Death Trip». Aunque aparecieron fríos, se nota que llevan tiempo en esto de la música e iban bien equipados, pero lo que se les venía encima les quedaba un poco grande. Los temas, que en disco recuerdan un poco a Soundgarden, en directo se vuelven más heavies (en el sentido clásico de la palabra). Digamos, que entre un mesiánico Wyndorf y unos endiablados Gluecifer ellos se quedaron en el limbo…

El nivel estaba alto, Monster Magnet no tuvieron otro remedio que salir a por todas y apoyarse en la contundencia de sus temas para superar el ritmo de Gluecifer. Comenzar con «Bummer», «Tractor» y «Supercruel» quizás no sea la mejor manera de plantar cara, pero la calidad de los temas es indudable. Los ya clásicos como «Powertrip», «Space Lord» o «Negasonic teenage warhead» fueron de lo más efectivos con Dave Wyndorf (muy teatral y en forma) y Ed Mundell moviendo los hilos, y los nuevos componentes cumpliendo con creces. Para acabar la ceremonia rockera, discurso psicodélico de casi media hora (que no fue del agrado de todos) y sacrificio de una guitarra para que los parroquianos comulgaran.    

Los grupos de rock sin aditivos todavía existen, y público también…    

Al día siguiente, y con los oídos todavía pitando, nos esperaban Uzzhuaïa en la Sala Bikini con uno de los mejores discos de rock del año bajo el brazo. Los valencianos, que hacía poco que habían recuperado los instrumentos que les habían robado, se entregaron a fondo en lo que acabó siendo una auténtica fiesta del hard rock («Tengo ganas de acabar ya para verles a ELLOS» decía el cantante Pablo). Como colofón a otro de sus conciertos geniales, el grupo nos obsequió con un medley de «Communication breakdown» (Led Zeppelin), «Paranoid» (Black Sabbath) y otro clásico que no reconocí.

Finalmente aparecieron Skid Row con su nuevo cantante, John Solinger, vigilado muy de cerca por todo el público. Desde luego no se trata de Sebastian Bach, pero el tejano supo ganarse al público con su simpatía y sobretodo porque el setlist de la noche fue impresionante. Solo tocaron 3 temas de su último trabajo «Thick skin», el resto clásicos como «Monkey Business», «18 and life» o «Youth gone wild». Si no fuera porque el aspecto del grupo, que ya no es el mismo que antaño, perfectamente podrían habernos transportado una docena de años antes cuando Skid Row se codeaban con los más grandes. Tanta actitud le queda al grupo que hasta Scotti Hill saltó a pegar a alguien del público que no debía estar muy contento con la nueva formación, a pesar de los años siguen siento los auténticos «youth gone wild»!

Tras dos días intensos de conciertos hay que reconocer que los grupos de rock sin aditivos todavía existen, público también y que solo hace falta la llegada de un grupo con el carisma suficiente para capitanear las hordas de rockeros que se movilizarán…

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  • 13/04/2004
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