Zeal and Ardor – Devil Is Fine (2016)

Llevo ya unos días con una sonrisilla tonta permanente, y es que este disco me ha dejado loquísimo. «Devil is fine» es uno de los discos más originales que se han hecho muchos años y a día de hoy no puedo ser imparcial con el trabajo de Zeal and Ardor. Me parece simplemente maravilloso y con toda seguridad de lo mejor con lo que me he topado este año.

Manuel Gagneux es el Victor Frankenstein de esta historia, un joven criado entre músicos y actualmente con el corazón dividido entre su Suiza natal y la Gran Manzana, donde reside desde hace 5 años. Su criatura es una mezcla imposible de gospel inspirado en los espirituales que dieron origen al blues durante la época esclavista de los Estados Unidos, black metal noruego y si me apuras, ¿electrónica griega?. Mundos aparentemente lejanos, embarcados en una divertida cruzada musical contra el cristianismo. Una idea tan bizarra que solo podía se le podría haber ocurrido a las perturbadas mentes que pueblan 4Chan.

«Devil is fine» resulta ser tremendamente adictivo y como la buena droga, la primera dosis es corta y vamos a acabar necesitando en breve muchos más cantos satánicos, loas a Lucifer y ritos paganos. Por lo atrevido, provocador y transgresor del asunto, haría bien Trent Reznor de llevarse de gira a este hombre que con su engendro nos ha enamorado a primera vista.